Equilibrio reflexivo – Filosofía –

O Equilibrio reflectante la mayoría de los filósofos lo entienden como un método para determinar los principios generales de la Ética o la Política. El método se hizo conocido después de que John Rawls lo usara en su libro. Una teoría de la justicia (A Theory of Justice), 1971. Consiste en un enfrentamiento entre nuestros juicios morales cotidianos, que son juicios particulares, y principios generales que deben servir como sus elementos justificativos. Paul DePaul (2006) comenta que el método del Equilibrio Reflexivo es la única forma razonable de implementar una investigación de las creencias morales.

En los momentos iniciales, parece que estamos implementando una reflexión común. Cabe destacar que el procedimiento intenta aproximarse a la forma de pensar de las personas, pero tiende a la sistematización. Sabemos que John Rawls propuso el Equilibrio Reflexivo como un ejercicio epistemológico para determinar los principios generales que deberíamos adoptar. Este equilibrio no refleja el estado actual de la psicología de ninguna persona. Muchos filósofos consideran que este equilibrio es ideal e incluso si no se puede alcanzar, es posible que nos acerquemos a él; es solo una aproximación, ya que es humanamente imposible evaluar completamente todas nuestras creencias.

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La persona que implementa el método hace uso de su capacidad deliberativa, lo que puede dar lugar a malos entendidos. Por ello, el procedimiento está impregnado de conceptos y recursos lógicos que exigen largos periodos de reflexión. Cualquiera que quiera implementar el método revisa o abandona algunas de las creencias iniciales, ya que el objetivo es que la reflexión comience a asemejarse a un desarrollo teórico. La revisión se hace en vista de la coherencia, que puede eliminar tanto algún principio o regla moral general como juicios particulares.

El paso metodológico de mayor interés es el establecimiento del grupo de creencias denominado juicios morales ponderados. Este conjunto de creencias resulta de un momento inicial en el que abandonamos creencias ambiguas, con un bajo grado de confianza, formadas en base a emociones o que no reflejan una posición crítica. Estableceríamos así el punto de partida para proponer un pensamiento que es más que una convicción fundamentada.

Este procedimiento puede ser criticado de muchas formas y una de las más interesantes es la que intenta explicar por qué este conjunto contiene muchas de las creencias que consideraríamos intuitivas en cualquier campo del conocimiento o cultura. Esta crítica consiste en decir que el método no hace más que revisar o reorganizar posiciones ya aceptadas en una sociedad, recogiendo sólo intuiciones razonables. Otra crítica conocida se relaciona con el carácter constructivista que posibilita el método: si los puntos de partida de dos o más personas son diferentes, ¿alcanzarían equilibrios similares? ¿Cómo evaluaríamos qué balance es el más adecuado o correcto?

Aunque quien aplica el método no tiene otro punto de partida, es decir, partiendo de sus creencias, el equilibrio solo se logra cuando lo ampliamos para incluir creencias contrarias a lo que consideramos moralmente correcto.

“Incluso si un investigador llegara a un punto de estabilidad, después de una serie de revisiones en los juicios morales ponderados y la teoría moral, en los que los juicios y la teoría son perfectamente coherentes y no se revisan más si es necesario, el trabajo del investigador aún no está terminado. . Solo se lograría lo que se conoce como Equilibrio Reflexivo Restringido ”. (DEPAUL, 2006, pág.602)

Para ampliar el equilibrio logrado, debemos buscar perspectivas opuestas y evaluar nuestros propios fundamentos. De este procedimiento se seguirá un nuevo equilibrio, más sólido y menos unilateral. Este último paso metodológico, que implica nuevas revisiones, conduce a nuevas revisiones y es en este momento cuando las cuestiones psicológicas, científicas o semánticas sirven de soporte para que el resultado se convierta en una visión amplia de la moral.

Referencias bibliográficas:

DEPAUL, Michael. Intuiciones en la indagación moral. En: COPP, David (Ed.). El Manual de Oxford de Teoría Ética. Nueva York: Oxford University Press, 2006. p. 595–623.

Scanlon, Thomas. Ser realista sobre las razones. Nueva York: Oxford, 2014.

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