O absceso periamigdalino, también llamado absceso periamigdalino, resulta de una amigdalitis de extensión profunda, dando lugar a cavidades llenas de pus en los tejidos que rodean la amígdala.
Dado que generalmente es el resultado de una amigdalitis, las bacterias que se encuentran en este tipo de abscesos suelen ser las mismas que causan esta infección, como las bacterias del género estreptococos. Otros factores que pueden estar relacionados con la aparición de un absceso periamigdalino son:
- Infecciones dentales;
- Consumo prolongado de tabaco;
- Leucemia linfocítica crónica;
- Litiasis en las amígdalas.
Como resultado de la multiplicación bacteriana continua, el absceso aumenta gradualmente de tamaño y puede llegar a estructuras cercanas a la región afectada, con el potencial de causar complicaciones fatales.
El primer síntoma suele ser dolor de garganta, precedido de fiebre. Otras manifestaciones clínicas involucran:
- Hinchazón del sitio afectado;
- Linfadenomegalia cervical;
- Dolor al tragar;
- Trismus y tortícolis;
- otitis ipsilateral al absceso;
- Voz apagada.
El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico, especialmente cuando el absceso es lo suficientemente grande como para ser visto macroscópicamente. Las pruebas de imagen como la radiografía o la ecografía pueden ser útiles para el diagnóstico. También se puede recolectar material purulento para análisis de laboratorio, con el fin de identificar las bacterias que causan la infección. Sin embargo, identificar la bacteria no suele cambiar el tratamiento.
El tratamiento se realiza mediante el drenaje del absceso, en asociación con la terapia con antibióticos.
Fuentes:
http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0034-72992006000200016&script=sci_arttext
http://www.otorrinolaringologia.com.br/index.php?option=com_content&view=article&id=70:abscesso-periamigdaliano&catid=9:informacoes-sobre-doencas&Itemid=6