Un problema social cada vez más común es la manifestación de la osteoporosis en personas cada vez más jóvenes. La osteoporosis es actualmente la enfermedad ósea metabólica más frecuente, siendo la fractura su manifestación clínica aguda. Se define patológicamente como una disminución absoluta de la cantidad de hueso y la rotura de su microarquitectura, lo que lleva a un estado de fragilidad en el que pueden producirse fracturas tras un traumatismo mínimo. Se considera un grave problema de salud pública, como se sugiere, siendo una de las enfermedades más importantes asociadas al envejecimiento. Entre sus causas probables, se pueden mencionar (1) mala alimentación, deficiencia de calcio y (2) ingesta diaria de refrescos a base de cola.
- El calcio es un mineral de extrema importancia para el organismo, ya que es el elemento principal en la estructura del esqueleto humano. La dieta diaria debe contener altas cantidades de calcio, en promedio (1000-1500 mg diarios) para las demandas fisiológicas necesarias, según Mahan y Escott, 2002. Una dieta deficiente en calcio compromete la masa ósea, provocando osteoporosis, que consiste en una disminución en la masa ósea, la resistencia de los huesos y un mayor riesgo de fracturas. Esta ingesta diaria de calcio puede ocurrir a través de una dieta eficaz de este mineral, en alimentos como la leche y los productos lácteos, o mediante suministros alimentarios farmacéuticos.
- Entre las variedades de refrescos existentes, las investigaciones muestran que las más consumidas son la cola y el guaraná. Los refrescos a base de cola, a su vez, contienen en su composición una sustancia química importante, el ácido fosfórico (H3POLVO4), que, con la ayuda de azúcares existentes, sirven básicamente para enmascarar un eventual sabor amargo. Sin embargo, existe desinformación pública relacionada con el tema, como por ejemplo, si este ácido, entre otros factores, puede dañar la fijación del calcio en los huesos. Químicamente, sucede que este ácido reacciona con el ión calcio (2+) formando como producto el fosfato cálcico, Ca3(POLVO4)dos, que es soluble en agua y fácilmente excretado por el cuerpo. Por tanto, es incorrecto pensar que un refresco que contenga ácido fosfórico en su formulación eliminará el calcio de los huesos. Ocurre que la ingestión de este mineral se altera cuando se toma junto con esta sustancia, lo que dificultará la absorción de calcio por parte del organismo. Y, cabe destacar que los refrescos, especialmente los a base de pegamento, tienen bajas concentraciones de ácido fosfórico, que pueden ser perjudiciales solo cuando se consumen en exceso.
Referencias:
Lavery Sheila; Sullivan Karen, Enciclopedia de salud familiar, Ed. Nikki Bradford, pág. 312-313, 2001.
Mahan, L. Kathleen; Stump Sylvia Escott, Alimentación, nutrición y terapia dietética, Ed. Roco Ltda, pág. 603-604, 2002.