Algas – Biología –

Algas marinas es un término popular, sería lo mismo que mencionar hierba e indica una variedad de organismos que a menudo no están relacionados. Entonces, el término algas en su sentido amplio no tiene importancia taxonómica, es decir, no tiene valor para nombrar un grupo dentro de un sistema de clasificación biológica. Las algas tienen organismos muy diferentes en términos de morfología (formas), tipo de reproducción (ciclo de vida), fisiología y ecología. Así como las plantas son organismos fotosintéticos capaces de producir su propio alimento (glucosa) a partir de sustancias químicas simples como el COdos (dióxido de carbono) y HdosO (agua) en presencia de luminosidad.

En el siglo IV a.C., Aristóteles (filósofo griego) agrupó las algas en planta, junto con plantas, hongos, bacterias, helechos y musgos. Y recién en el siglo XX d.C., las algas se insertaron en otro grupo, el reino protista (término de origen griego que menciona a “seres inferiores”) del investigador norteamericano Whittaker. Sin embargo, también se utilizó otro nombre para dar cabida a estos organismos que no se parecían a plantas, animales u hongos, el reino protoctista, propuesta por Copeland en el siglo XX y rescatada por la bióloga norteamericana Lynn Margulis, famosa por presentar la teoría de la endosimbiosis. Hoy en día, los especialistas que estudian las algas son denominados psicólogos, término de origen griego, donde fikos significa alga.

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Las algas se separan en grandes grupos y en la literatura se las denomina protistas eucariotas fotosintéticos, ya que hay organismos en protista que no realizan fotosíntesis, como protozoos, oomicetos y mixomicetos (u organismos plasmodiales). Más específicamente, la clasificación actual incluye algas rojas, algas verdes, glaucofitas y plantas terrestres en el grupo arqueplastido. Sin embargo, sin confirmar la existencia de un ancestro común (monofilia) para este grupo. Los crisófitos, xantófitos, algas pardas, diatomeas y dinoflagelados junto con otros organismos (oomycetes, plasmodiales y protozoos) se agrupan en el grupo de los cromalveolatos (cromalveolato). Sin embargo, las diatomeas, crisófitas, xantofitas, algas pardas y otros organismos (como oomicetos y organismos plasmodiales, entre otros) se subdividen en stramenopile. Este término tiene origen griego y significa paja, cuya referencia se hace al flagelo con estructuras que dan la apariencia de un penacho. Mientras que los dinoflagelados y protozoos se juntan en alveolados (alveolado). Actualmente, los nombres de ambos grupos no tienen valor taxonómico.

La morfología de las algas es muy diversa y va desde organismos unicelulares hasta pluricelulares, que se mencionan por talo. Hay algas que forman colonias, cuyas células pueden o no tener flagelos; otros forman filamentos simples o ramificados; algunos tallos están formados por láminas, con una o dos capas de células; las hay que forman masas multinucleadas, con o sin pared celular. Hay algas cuyos talos son pluricelulares, denominadas macroalgas, que tienen un sistema de organización celular con funciones de conducción (vasos conductores) y división del trabajo y, por tanto, forman tejidos.

La fotosíntesis en las algas, como en otros organismos fotosintéticos, es un fenómeno que ocurre con la presencia de organelos celulares específicos, los cloroplastos (o plástidos) y pigmentos, que también dan color a estos organismos. La clorofila (a, b, c, etc.) es uno de los principales pigmentos responsables de este fenómeno.

Alga verde. Foto: Janelle Lugge / Shutterstock.com

Ciclo de vida

Como se mencionó, las algas tienen una diversidad de organismos y, en consecuencia, tienen diferentes ciclos reproductivos. Al comparar el ciclo de vida de los animales, incluidos los humanos, la fase diploide (2n) es dominante y los gametos son las únicas células haploides (no), que aparece después de la meiosis. En las plantas terrestres, el ciclo reproductivo ocurre con una alternancia de generaciones marcadas por una fase multicelular haploide (gametofito) y una fase multicelular diploide (esporofito). El gametofito es responsable de la producción de gametos, mientras que el esporofito produce esporas. Esta alternancia de generaciones se observó en algas verdes, rojas y pardas (también denominadas macroalgas), pero con particularidades para cada grupo y forma parte de un ciclo de vida sexual.

La reproducción en las algas también puede ser asexual y ocurre por división binaria, donde las algas unicelulares se dividen por mitosis dando lugar a nuevas algas sin variabilidad genética (como un clon). Zoosporia es también un tipo de reproducción asexual en algas, donde cada zoospora al dispersarse es capaz de generar un nuevo individuo.

Para el grupo de las microalgas, la reproducción asexual puede presentar tres tipos de fecundación: isogamia, cuando los gametos (unicelulares) son iguales en tamaño y forma; anisogamia, cuando uno de los gametos es más pequeño que el otro; oogamia, cuando uno de los gametos es más grande e inmóvil, es decir, no tiene flagelos. El ciclo de vida sexual varía según el grupo.

importancia ecológica

Las algas y las cianobacterias (antiguas algas azules o cianofitas) forman parte del fitoplancton, mientras que pequeños animales como los crustáceos y diversas larvas forman parte del zooplancton. El plancton es la unión de todos estos organismos que conviven en ambientes marinos y de agua dulce. Además de ser fuente de alimento para otros organismos, como ballenas o peces.

El control de la población de fitoplancton ocurre a través del cambio climático estacional, la limitación nutricional o el ataque de depredadores. Sin embargo, cuando hay contaminación del medio ambiente, muchas veces provocada por la intervención humana, se produce un crecimiento exagerado y descontrolado de algas, dando lugar al fenómeno conocido como blooms o blooms. florecer. Este fenómeno provoca la liberación de compuestos tóxicos producidos por las algas, quizás como defensa contra los depredadores, provocando la muerte de peces, aves y mamíferos acuáticos. La marea roja es uno de los fenómenos bien registrados y el alga responsable pertenece al grupo de los dinoflagelados, cuyo tipo de pigmento da color al organismo y al tipo de fenómeno.

Marea roja. Foto: sinephoto / Shutterstock.com

Otro papel importante desde el punto de vista ecológico es la capacidad de estos organismos acuáticos para absorber COdos y transformarlo en carbohidrato a través de la fotosíntesis, o en carbonato de calcio a través de la calcificación. Esto ayuda a reducir el COdos atmósfera, uno de los gases responsables de la ocurrencia del efecto invernadero y consecuente calentamiento global.

El fitoplancton se puede utilizar en «granjas marinas» como forraje para ayudar a cultivar almejas, camarones y otros mariscos.

Las algas bentónicas, es decir, aquellas que viven fijas y sumergidas, pueden ser cultivadas, dando como resultado productos comestibles o industriales, como los polímeros de sulfato de galactosa, producidos por una macroalga roja responsable del origen del agar. Comercialmente, el agar se puede utilizar para hacer cápsulas, moldes dentales, base para cosméticos y medios de cultivo para el crecimiento de microorganismos. El agar también se puede utilizar para preparar gelatinas y postres instantáneos.

A lo largo de las costas rocosas se encuentran macroalgas (algas pardas, verdes y rojas) y un gran conjunto de algas pardas forman las algas marinas, verdaderos bosques acuáticos. Además de servir como refugio y fuente de alimento para los animales marinos, sirven como alimento para los humanos. En China y Japón se consumen regularmente y se pueden cultivar o recolectar en ambientes naturales. El alginato es un metabolito mucilaginoso derivado de las algas marinas y se puede utilizar como emulsionante y estabilizador en alimentos y pinturas; también en revestimiento de papel.

Bibliografía recomendada:

http://tolweb.org/Eukaryotes/3 (referido a julio de 2018)

Bicudo, CEM & Menezes, M. (orgs.) 2006. Género de algas continentales de Brasil (clave para identificación y descripciones). ed. Rima, 2do. edición, São Carlos, SP. 502p.

Evert, RF & Eichhirn, SE 2014. Raven/ Biología vegetal. 8ª edición, Guanabara Koogan, Río de Janeiro, pp.278-316

Fidalgo, O. & Fidalgo, MEPK 1967. Diccionario Micológico. Rickia – Serie Criptogámica del “Archivo de Botánica del Estado de São Paulo”. Instituto de Botánica, São Paulo. 232 págs.

Judd, WS, Campbell, CS, Stevens, PF y Donoghue, MJ 2009. Sistemática vegetal: un enfoque filogenético. Artmed, 3er. edición, Porto Alegre, RS. 632p.

Lee, RE 2008. Ficología. 4ª edición, Cambridge University Press, Nueva York. 561 págs.

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