Alhambra – Palacio y Fortaleza en Granada, España – Arte

El nombre Alhambra, en árabe “Al Hamra” significa “el rojo”, en alusión al color de los ladrillos que los moros usaban para construir los muros exteriores de la fortaleza, cuyo conjunto de edificaciones se construyó entre 1248 y 1354.

En 710, una crisis dinástica en el reino visigodo de Península Ibérica favoreció la invasión de los árabes omeyas, bajo el liderazgo de Jebel-al-Tariq (Montaña de Tariq, de la cual el nombre del Estrecho de Gibraltar) en 711.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

La fortaleza de la Alhambra. Foto: kavalenkau / Shutterstock.com

La expansión continuó, empujando a los cristianos hacia las montañas de Asturias y solo fue detenida en Francia por la acción de Carlos Martel que derrotó a los árabes en batalla de poitiers en 732, restringiendo la dominación árabe a la Península Ibérica, región que fue nombrada al-Andalus, dando lugar al plazo actual Andalucía, mientras que los Pirineos serían la “frontera natural” entre el Reino de los francos y el dominio árabe, que también experimentó la independencia con la formación del Emirato de Córdoba.

El emir árabe Zawí ben Zirí (1013-1020) fundó el reino independiente de Granada en el siglo XI. Este reino duró unos 500 años, y en ese período prosperó en un sentido artístico y cultural. Terminó cuando los reyes católicos Fernando e Isabel acabaron con el dominio musulmán en España en 1492.

Granada morisca alcanzó su cenit después de que Córdoba fuera conquistada por los ejércitos de la cristiandad en 1236. Granada se convirtió en la capital de Al-Andalus.

El paisaje de la Alhambra impresiona por su aura majestuosa, ya sea por el conjunto arquitectónico o por el paisaje compuesto por los picos nevados de Sierra Nevada.

El complejo de la Alhambra se encuentra en el monte Sabika, una elevación arbolada de 150 metros sobre el nivel del mar, y alrededor de ella creció el barrio morisco del Albayzin, la concentración de restos moriscos de la ocupación cristiana.

Palacio de la Alhambra. Foto: emperorcosar / Shutterstock.com

La Alhambra es mucho más que un palacio. Podría describirse como una ciudad dentro de la ciudad de Granada. Detrás de sus extensos muros hay jardines, pabellones, un complejo de palacios, la Alcazaba (o fuerte) e incluso una pequeña medina, o ciudad. El diseño morisco de la Alhambra y los anexos posteriores dieron como resultado una exhibición única de arte árabe delicado e intrincado, junto con las líneas más armoniosas y fuertes del Renacimiento europeo.

Se observa que en escultura y arquitectura, los árabes construyeron mezquitas, ricamente decoradas, utilizando la técnica de arabescos (cúpulas y tracerías talladas en piedra o moldeadas con mortero) y loza (zillij en árabe), así como palacios, observatorios astronómicos y otros edificios.

Sin embargo, según el precepto islámico, la elaboración de imágenes figurativas estaba prohibida, por menos realistas que fueran, y de esta manera, las formas abstractas compuestas por las más diversas figuras geométricas, líneas y colores se convirtieron en un camino más común dentro de las composiciones artísticas en la mayoría de los casos. Ambientes variados.

Pero por otro lado, algunos segmentos del Islam apuntaron en la dirección opuesta, enfatizando la posibilidad de realizar representaciones de figuras humanas o animales, siempre que no haya connotación religiosa.

Entre los patios de la Alhambra, el Pátio dos Leões tiene un conjunto de arcadas simétricas sostenidas por delicadas columnas de piedra tallada.

Patio de los Leones, en Alhambra. Foto: Cezary Wojtkowski / Shutterstock.com

En el centro del patio, una fuente circular, sostenida por 12 leones de piedra, aludiendo al ciclo del Zodíaco, y en su centro, procedente de manantiales minerales, el agua salta, además de salir por las bocas de los leones. , supliendo los demás espejos Agua de palacio, refrescando el ambiente y la visión, acompañada de flores, arbustos y árboles frutales, un verdadero ambiente paradisíaco.

Lea mas:

Fuentes:

PIDAL, Ramón Menéndez. historia de españa. Balnearios Calpe. 2000.

BUENO, Francisco. Los Reyes de la Alhambra. Entre la historia y la leyenda. Ediciones Miguel Sánchez, Granada, 2004

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *