LA Ampolla de Crookes es un experimento diseñado por William Crookes que nos permitió observar la existencia de electrones presentes en los gases. El hecho de no importar el gas presente en el interior de la ampolla, demostró que todas tenían el mismo tipo de partícula.
El experimento consistió en un tubo de vidrio con dos electrodos en sus extremos, había una abertura para permitir la extracción del aire dentro de la ampolla, creando un vacío moderado en su interior. Cuando los electrodos se sometieron a una gran diferencia de potencial (unos 10.000 voltios) apareció una luminiscencia en la pared opuesta al cátodo (electrodo negativo), que se denominó «rayos catódicos».
Esta luminiscencia fue generada por el impacto de los electrones que atravesaron el tubo y golpearon la pared de vidrio. También se observó que cuando se colocaba un escudo entre los dos electrodos, se formaba una sombra en la forma del escudo, demostrando la trayectoria recta del rayo.
El experimento se puede ver en este video:

Ampolla de Crookes
En los dibujos de la bombilla de Crookes se puede ver que el ánodo y el cátodo no están en línea recta entre ellos, pero la luminosidad aparece en línea recta. Esto se debe al gran momento energético con el que el electrón pasa a través del tubo. Es atraído por el ánodo, pero debido a que su velocidad es tan grande, continúa en línea recta y golpea la pared opuesta del tubo.
Crookes procedió con varias modificaciones de la bombilla para detectar diferentes características del haz de luz. Al insertar una pequeña rueda de paletas entre los dos electrodos, pudo comprobar dos cosas: la primera era la dirección del haz de luz. Cuando la rueda giró hacia el ánodo, mostró que el rayo venía del cátodo. La segunda demostración es que si el rayo podía girar la hoja, estaba compuesto de partículas con masa, no energía.
Para probar la existencia de carga en las partículas presentes en el rayo catódico, se realizó otra variación del experimento. Al generar campos con cargas positivas y negativas, un campo a cada lado del bulbo, se observó que el rayo se desvió hacia el campo positivo. A medida que se atraen cargas opuestas, se demostró que el rayo tiene cargas negativas.