Trastorno de la alimentación bastante común en niños de 3 a 24 meses.
La anorexia infantil, de intensidad y duración limitadas, suele pasar desapercibida.
Anorexia común
Es una forma acentuada de rechazo a la comida. La mayoría de las veces sigue una respuesta mal adaptada de quienes los rodean a este rechazo repentino. Suele estar vinculado a un acontecimiento en la vida del niño: dentición, destete, enfermedad infecciosa (nasofaringitis, por ejemplo), nacimiento de un hermano o hermana, regreso al trabajo de uno de los padres, conflictos familiares. El niño anoréxico, si se niega a comer durante las comidas, mordisquea durante el día y siempre acepta beber. Los padres a menudo intentan obligarlo a comer por todo tipo de medios: juegos, historias, promesas, acoso. El conflicto se intensifica aún más ya que no es raro que el bebé se alimente normalmente con otras personas (niñera, abuelos o en la guardería).
Después de un examen clínico que elimina la posibilidad de una enfermedad orgánica curable, el médico ayuda a los padres a desdramatizar la situación y brinda consejos adaptados al funcionamiento familiar y al estado de desarrollo del niño: presentar los alimentos y retirarlos sin comentarios. En caso de rechazo. , dejar que el bebé coma con los dedos, flexibilizar los horarios de las comidas, jugar más con él, etc. Las anorexias más comunes no duran si se tratan temprano. El aumento de peso sigue siendo bajo pero sigue aumentando. Sin embargo, el diagnóstico debe cuestionarse en caso de pérdida de peso persistente.
Anorexia severa
Más raro, puede aparecer unos días después del nacimiento. El bebé tiene un sobrepeso grave y su curva de peso está «rota». Su desarrollo psicomotor y cognitivo (adquisición de conocimientos) se ralentiza. Se pueden mencionar tres diagnósticos:
– una anorexia común mal tratada puede convertirse en una anorexia grave si la relación entre padres e hijos se ve gravemente alterada;
– la anorexia severa puede ser consecuencia de una enfermedad orgánica. El rechazo a la comida ya no forma parte de los trastornos del comportamiento, sino de la desaparición de la sensación de hambre, ligada a la patología;
– la anorexia severa puede finalmente revelar un trastorno psicopatológico grave. Luego se asocia con otros síntomas como trastornos del sueño, irregularidad en las adquisiciones psicomotoras y cognitivas, comportamientos anormales (apatía y agresividad), alteraciones de la comunicación y la socialización.
La anorexia grave en los lactantes requiere un tratamiento tanto somático como psicopatológico.