Antiglobalización

Anti-globalización (o antiglobalismo) fue un concepto amplio creado en la década de 1990 para designar la lucha de diferentes movimientos contra la globalización neoliberal. Basado en bases políticas y sociales, el término simboliza la crítica a empresas transnacionales y organizaciones comerciales globales. La palabra se utilizó por primera vez en 1999 en The Economist, una publicación en inglés.

Los partidarios de la antiglobalización parten del argumento de que la lógica del capitalismo, intrínsecamente ligada a la globalización, da como resultado relaciones de poder desiguales que se pueden observar tanto interna como externamente. Estas asimetrías en relación a la toma de decisiones se refieren a campos que incluyen muchos aspectos básicos para la sociedad como la cultura, la salud, la educación y la seguridad. Según los antiglobalistas, estos asuntos serían meras mercancías dentro del sistema económico hegemónico de Occidente.

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El término ganó notoriedad en el mismo año de su creación, cuando se llevaron a cabo manifestaciones en Seattle, Washington (EE. UU.). Estos actos fueron contrarios a la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), una reunión de fuerzas del orden financiero mundial. La protesta reunió a unas 70 mil personas. Formado por estudiantes universitarios, miembros de sindicatos, ecologistas, ONG, entre otros partidarios de la causa antiglobalización, el grupo permaneció unos días en acción en las calles de la ciudad estadounidense. El objetivo era posponer la Ronda del Milenio, una discusión sobre las reglas del comercio internacional para el siglo XXI.

Después de este primer movimiento, muchos otros se sucedieron en varios lugares. Esto hizo factible la conformación de una red internacional antiglobalización que incluye movimientos sociales con variadas agendas progresistas, como el feminismo, el anarquismo, entre otros.

En el año 2000, asistieron alrededor de 10,000 manifestantes para frustrar los planes de los organizadores de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional. Llamaron a la acción contra la pobreza mundial. Otra protesta tuvo lugar en Praga ese mismo año, cuando grupos antiglobalización asistieron al Día de Acción Global. El objetivo era exigir la condonación de la deuda externa y, en consecuencia, la erradicación de la pobreza en los países subdesarrollados.

Sin embargo, la organización de los movimientos antiglobalización se hizo más efectiva durante el Foro Social Mundial (FSM), celebrado en Porto Alegre en 2001. Este congreso, gestionado como contrapunto al Foro Económico Mundial de Davos, pretendía ser una contraparte en relación con los portavoces del neoliberalismo. A partir de este encuentro se organizó la Carta de Principios, un documento de síntesis de valores antiglobalistas que responde al lema conocido como: “Otro mundo es posible”.

El grupo antiglobalización más destacado es la francesa ATTAC (Asociación para la Fiscalidad de las Transacciones Financieras de Ayuda a los Ciudadanos). Con operaciones en alrededor de 40 naciones, la organización indica que como resultado del proceso de globalización, hay una disminución de la seguridad social para los ciudadanos. Así, sería una forma de favorecer principalmente los intereses de los mercados financieros y las instituciones internacionales. ATTAC tiene miles de miembros y su principal reclamo es el impuesto Tobin, que se aplica a las transacciones financieras elevadas.

Antiglobalización bajo el sesgo del nacionalismo

Hay grupos nacionalistas, tanto en el campo progresista como en el conservador, que también se identifican con el término antiglobalización. La connotación dentro de este aspecto es que la globalización sería una forma de amenazar las economías nacionales. El grupo cree que el proceso de globalización, al tratar a diferentes países con la misma mirada, no reconoce sus características únicas. Para los defensores nacionalistas de la antiglobalización, el escenario ideal sería el desarrollo de adentro hacia afuera, contrario al cosmopolitismo.

Es decir, demandan el crecimiento de los países respetando características individuales como la génesis de la población, los recursos naturales, la formación cultural y de costumbres. De esta manera, los nacionalistas enfatizan el desarrollismo antiglobalización y creen que los acuerdos internacionales deben tener lugar entre los Estados para evolucionar juntos, con el objetivo de mejorar la vida material. Sin embargo, esto debe ocurrir sin la posibilidad de que una nación desarrollada, bajo el disfraz de la globalización, necesariamente haga cumplir sus deseos en dirección a los países en desarrollo.

Fuentes:

RINGEL, Breno; MUÑOZ, Enara Echart. Diez años en Seattle, el movimiento antiglobalización y la acción colectiva transnacional.

https://www.ehu.eus/documents/1457190/1764043/Moreno+-+2006+-+Antiglobalismo.pdf

https://www.britannica.com/event/antiglobalization/Right-and-left-wing-antiglobalism

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