Apostasía – abandono de la religión

LA Apostasía es la renuncia definitiva a la fe profesada. Es decir, no es solo un momento de descontento o impugnación de la fe proclamada, sino una acción deliberada para negarla.

Por supuesto, negar una fe profesada durante años es un acto de repercusión personal y social. Por esta razón, la apostasía puede ocurrir de manera abierta o oculta, ya que cada religión interpreta al apóstata según su propia visión. Así, en muchos casos, este individuo que se separa de un grupo religioso del que era miembro es víctima de un prejuicio, y la intolerancia puede llegar a niveles tan extremos como para ser condenado a muerte.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

LA Apostasía marca el retiro de los registros del individuo de su religión de origen. En el caso de los cristianos, se trata de una cancelación del bautismo, que suele ocurrir sin la intervención consciente de la persona. Esta retirada de los registros religiosos es válida incluso en países laicos, es decir, Estados donde no hay conexión entre política y religión. Aún en el contexto del cristianismo, el apóstata es juzgado de diferentes maneras según el pensamiento cristiano y la postura de sus diversas organizaciones religiosas. En la Iglesia Católica, la apostasía se considera un acto de herejía. En el caso del cristianismo protestante, el apóstata también es tratado con intolerancia y desprecio, ya que se considera el hecho de que el individuo ha conocido la doctrina de Jesús y se le ha negado la falta de respeto extrema. Los testigos de Jehová, por ejemplo, evitan el contacto con los apóstatas en todos los sentidos.

Pero, ciertamente, el caso más grave de apostasía ocurre entre los seguidores del Islam. En los países de Oriente Medio, donde el Islam es muy fuerte y determinante de la vida social y cultural, la intolerancia alcanza niveles máximos. Abandonar el Islam en favor del cristianismo o simplemente dejar de ser musulmán no es solo un crimen religioso sino social. Esta situación caracteriza una conducta que debe ser sancionada de la forma más estricta posible, la pena de muerte. La máxima condena que se aplica a los apóstatas demuestra el nivel de intolerancia religiosa y todavía sirve de ejemplo para otros que, por alguna razón, están considerando cambiar de religión.

Fuentes:
http://apostasiacoletiva.wordpress.com/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *