Apreciación del dólar –

La economía mundial todavía se estructura en torno a las fluctuaciones del dólar. Si la moneda estadounidense pierde su valor, frente al real o al euro, las importaciones aumentan y las exportaciones se reducen. Dado el primer escenario descrito, la demanda por el dólar se intensifica. En la otra hipótesis, hay escasez de esta moneda en el mercado. Como consecuencia de la tensión entre estos dos contrarios, hay un aumento en el valor del dólar, es decir, se aprecia, y por tanto se encarece. De esta forma, cae la oferta de productos importados y se restablece el equilibrio cambiario.

Cuando ocurre lo contrario, la moneda estadounidense se aprecia, las exportaciones crecen, con el consiguiente aumento de la demanda de esta moneda, y las importaciones caen, provocando una reducción en la búsqueda del dólar. Esta vez la oposición entre estas diferentes realidades económicas provoca una disminución en el tipo de cambio del papel moneda estadounidense. Esto lleva al mercado a un crecimiento de la demanda de productos importados. Se produce entonces un nuevo equilibrio en el tipo de cambio, que abarata las negociaciones con productos extranjeros, aunque las exportaciones son más caras.

En la competencia entre mercados por atraer importadores, la apreciación del tipo de cambio muchas veces reduce las exportaciones, y nuestro país, por ejemplo, puede perder importantes negocios. Por otro lado, la pérdida de valor del tipo de cambio puede incrementar las transacciones comerciales entre Brasil y países que compran nuestros productos a través del dólar. Como puede observarse, la pieza central de la economía sigue siendo el dólar y sus fluctuaciones monetarias, a pesar del crecimiento sostenido del euro, la moneda única de la Unión Europea. Sin embargo, el dinero estadounidense domina la mentalidad económica mundial. Su alta valoración sigue provocando un frenesí en el mercado. De vez en cuando, debido a esta línea de pensamiento, hay una apreciación del dólar, provocando el declive de recursos como el petróleo, el oro, el cobre y varios otros metales.

Pero la tendencia es que la moneda estadounidense se deprecie frente al euro, lo que ha llevado a los empresarios comerciales brasileños a optar por esta moneda en sus negociaciones con la Unión Europea. El crecimiento de estas transacciones con la moneda europea se debe a su creciente apreciación frente al real. Los empresarios también se sienten atraídos por el saldo del euro, que no sufre caídas constantes, como viene sucediendo con el dólar.

En el actual escenario globalizado, los expertos apuestan por una leve caída del crecimiento de la economía estadounidense, a través de las incesantes caídas y la ocasional apreciación del dólar. Este contexto incluye la caída de las tasas de interés a través del Reserva Federal y una preocupación por el futuro de las deudas derivadas de la balanza de pagos del país. Por lo tanto, esperan que no haya una caída repentina de la moneda estadounidense, ya que esto podría sacudir significativamente la economía mundial. Por tanto, estos economistas están apostando por un aterrizaje suave del dólar y, en consecuencia, de la economía estadounidense.

Fuentes
https://web.archive.org/web/20120520190005/http://dieese.org.br/notatecnica/notatec24cambio.pdf
http://portalexame.abril.com.br/ae/financas/m0157881.html
https://web.archive.org/web/20080929204230/http://www.estadao.com.br:80/economia/not_eco166761.0.htm
https://web.archive.org/web/20110122152520/http://www.eco.unicamp.br:80/artigos/artigo130.htm


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