aprendizaje –

Conjunto de procesos de memorización implementados por animales o humanos para desarrollar o modificar patrones de comportamiento específicos bajo la influencia de su entorno y su experiencia.

Etología

Adquirir todas las habilidades específicas de los adultos no siempre requiere aprendizaje. La maduración de varias estructuras anatómicas puede ser suficiente: si se impide que las aves jóvenes muevan sus alas hasta la edad adulta, entonces, al soltarlas, se observan movimientos de vuelo perfectos, sin aprendizaje.

Pero la mayoría de las veces, el individuo aprende gradualmente el comportamiento correcto a partir de un modelo proporcionado por el entorno externo; en condiciones naturales, es un congénere el que desempeña esta función. Otra forma de aprendizaje eshuella, que, en general, tiene la característica de ser irreversible. Otros métodos de aprendizaje se basan en el enfrentamiento con los actos de los congéneres y de acuerdo con las condiciones ecológicas particulares a las que está sometido el individuo. Estos procesos incluyen la inducción simpática, el aprendizaje latente, el ensayo y error, el reflejo condicionado, la intuición y el aprendizaje por habituación.

PSICOLOGÍA

Hasta las últimas décadas, la noción de aprendizaje se había aplicado ampliamente a los fenómenos de condicionamiento, las modificaciones sensoriomotoras, la memoria, e incluso la adquisición de conocimientos, a muchos fenómenos relacionados con la percepción, los procesos intelectuales o la motivación. Esta forma de pensar correspondía a una teoría unitaria general del aprendizaje que se basaba en la aceptación de leyes en cuyo centro estaban la de la repetición y la de la contigüidad de los estímulos, o de las respuestas y sus efectos.

Luego salieron a la luz una serie de fenómenos mnemónicos previamente desatendidos, y se rehabilitó la noción de memoria; hoy se prefiere al de aprendizaje para la mayoría de los problemas que afectan a la cognición. Por otro lado, los hechos no confirmaron la importancia que se le dio previamente a la noción de refuerzo, que las teorías dominantes del aprendizaje consideraban central. Al mismo tiempo, se produjo un trastorno teórico que reemplazó las concepciones del conductismo del tipo “estímulo-respuesta” por las visiones del cognitivismo: las nociones de conocimiento, transformación y procesamiento de la información han suplantado los conceptos de vinculación o asociación.

Por tanto, quedan dos tipos principales de teorías del aprendizaje.

Según las teorías del comportamiento, el aprendizaje se basa en un complejo sistema de reacciones a los estímulos que configuran las actitudes posteriores del sujeto (condicionamiento pavloviano, por ejemplo), así como en la observación de un modelo externo, que puede o no ser imitado.

Según las teorías cognitivas, La experiencia construye una estructura abstracta de conocimiento sobre la cual basar las decisiones y el comportamiento futuros, un proceso que involucra las cualidades mentales más abstractas de la memoria, así como la percepción y la comprensión.

Sin embargo, ninguna teoría puede capturar completamente la complejidad del aprendizaje: posiblemente algunas cosas se aprenden automáticamente a través del condicionamiento, mientras que otras se aprenden a través de procesos de pensamiento complejos.

Dificultades de aprendizaje

Son los trastornos físicos y psicológicos los que dificultan el aprendizaje, provocando que los niños tengan múltiples problemas académicos. Este término no incluye dificultades debidas a privaciones emocionales o ambientales o mala enseñanza. Los niños con inteligencia limitada o retardada tienen dificultades de aprendizaje. Otros tienen problemas específicos, dislexia (dificultad para leer), discalculia (incapacidad para resolver problemas matemáticos) o disgrafía (problemas de escritura). Algunos psicólogos creen que las dificultades específicas de aprendizaje en un niño de inteligencia normal pueden deberse a formas menores de trastornos cerebrales.