Arritmia cardíaca: enfermedades y cardiología

La contracción del músculo cardíaco ocurre a través de estímulos eléctricos generados por células especiales llamadas marcapasos, ubicadas en el nódulo sinoauricular del corazón. En situaciones cotidianas, estas células pueden ser estimuladas por hormonas, como la adrenalina, provocando una alteración en el ritmo normal de los latidos cardíacos. Estas fluctuaciones se llaman arritmia cardíaca, pudiendo ocurrir normalmente, siendo reversible, o patológicamente, teniendo que ser tratada rápidamente.

Cuando el latido del corazón se vuelve irregular, más lento de lo esperado para un adulto sano (en reposo, un promedio de 70 latidos por minuto), se llama bradicardia. Lo contrario, cuando la paliza se produce de forma acelerada, se denomina taquicardia. Algunas acciones pueden provocar estos cambios de forma momentánea, como la actividad física, el estrés y otras emociones, el consumo de drogas, el tabaquismo y el alcohol y también el consumo excesivo de café u otras bebidas estimulantes. En estos casos, la fluctuación del latido debe pasar en poco tiempo.

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Sin embargo, existen condiciones en las que la arritmia cardíaca es una indicación o síntoma de algo más grave. Los pacientes diabéticos pueden tener arritmias, así como las personas con hipertiroidismo (disfunción de la glándula tiroides). La arritmia también puede estar relacionada con problemas directamente relacionados con el corazón y el sistema circulatorio, como infarto, insuficiencia cardíaca o enfermedades congénitas que afectan la morfología cardíaca (como en el caso de un soplo) y la hipertensión arterial. También existe un tipo muy específico de arritmia conocida como fibrilación auricular, en la que la contracción de los ventrículos deja de producirse en sincronía con las aurículas, lo que puede provocar desmayos y dolor torácico intenso.

Las personas que padecen arritmias pueden experimentar dificultad para respirar, sudoración, dolor en el pecho, debilidad y mareos. Sin embargo, este desajuste de latidos puede ser asintomático, siendo detectado solo por un médico mediante pruebas específicas como el electrocardiograma o la monitorización cardíaca realizada por equipos durante largos períodos de tiempo. Una vez detectada, la arritmia se trata según su origen. Si el diagnóstico está relacionado con un problema cardíaco legítimo, existen varios medicamentos que se pueden usar para restaurar la regularidad de los latidos del corazón, llamados antiarrítmicos. En casos extremos, donde los procedimientos quirúrgicos son necesarios, se puede implantar un marcapasos artificial, que excitará las células del músculo cardíaco con una corriente eléctrica de baja intensidad.

Marcapasos común y nano-marcapasos. Ilustración: ellepigrafica / Shutterstock.com

Después de un infarto o en casos de fibrilación auricular y taquicardia, puede ser necesario utilizar la técnica de cardioversión, ya sea eléctrica o química sincronizada. En el primer caso, se utiliza un desfibrilador para restablecer el ritmo cardíaco normal con una descarga eléctrica de gran intensidad y corta duración. La cardioversión química tiene el mismo objetivo, logrado a través de sustancias químicas específicas (como la adenosina) que provocan un bloqueo temporal de la conducción de la corriente eléctrica entre las aurículas y los ventrículos, reiniciando el ciclo de los latidos del corazón.

En Brasil hay más de 2 millones de casos de arritmias al año, que afectan a niños, adultos y especialmente a los ancianos (mayores de 60 años). Los cardiólogos recomiendan que para minimizar las posibilidades de desarrollar este problema, las personas deben optar por dietas equilibradas y con bajo contenido en grasas, mantener una rutina de ejercicio físico constante, evitar el consumo excesivo de café, no fumar y buscar actividades relajantes que ayuden a reducir el nivel de estrés.

Referencias:

Kerber, RE (1996). Cardioversión transtorácica de la fibrilación y el aleteo auricular: técnicas estándar y nuevos avances. La revista americana de cardiología, 78(8), 22-26.

Luciano, PM, Tozetto, DJO, Schimidt, A. y Pazin Filho, A. (2011). Atención urgente de arritmias cardíacas en un hospital universitario terciario. Rev Bras Cardiol, 24(4), 225-32.

Miembros, ECCC, Jaffe, AS, Atkins, JM, Field, JM, Francis, CK, Gibson, RS, … y Passamani, ER (1991). Directrices recomendadas para la monitorización cardíaca intrahospitalaria de adultos para la detección de arritmias. Revista del Colegio Americano de Cardiología, 18(6), 1431-1433.

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