Written by Mientras el Renacimiento estaba en auge en Europa con el arte orientado hacia los ideales clásicos, Brasil estaba siendo colonizado por los portugueses y en este contexto, llamado Período Colonial, el enfoque artístico era bastante diferente. En la historia del arte este período, que se extiende aproximadamente desde el año 1500 hasta 1822, fue conocido como Arte Colonial Brasileño.
El Arte Colonial Brasileño se expresó especialmente a través de la escultura, el dibujo, la pintura y la arquitectura que se utilizaron, sobre todo en la construcción y ornamentación de iglesias, conventos y monasterios. A través de dibujos y pinturas de este período, es posible conocer la vida cotidiana del país que se estaba transformando. La Iglesia Católica, que fue una gran fundadora de arte en Europa, también invirtió en Brasil trayendo aquí a los jesuitas responsables de construir iglesias grandiosas, llenas de oro y esculturas de santos católicos.
En arquitectura, es posible destacar las primeras construcciones justo después de la llegada de los portugueses a Brasil. Eran casas muy sencillas hechas de madera o barro y cubiertas de paja. Con el tiempo, empezaron a aparecer las capillas que constituían el centro de los caseríos formados por los portugueses. Los inicios de la arquitectura religiosa en Brasil se desarrollaron de manera sobria y siguieron el estilo manierista caracterizado por fachadas geométricas, ventanas simples y decoración casi inexistente. El estilo barroco se puede identificar en Brasil desde el siglo XVII en adelante, extendiéndose a siglos posteriores, especialmente en la arquitectura religiosa. Aunque este estilo comenzó a difundirse en Brasil aún con trazas barrocas europeas, gradualmente adquirió características únicas en cada región del país. El interior de estas iglesias destaca sobre todo por su refinamiento, con una decoración a base de ángeles, pájaros, racimos de uvas y flores tropicales, además de esculturas en esteatita o madera. De este período también se origina la construcción de naves poligonales y plantas en elipses entrelazadas. En este período destacan los artistas portugueses Manuel de Brito y Francisco Xavier de Brito.
La escultura de este período también está estrechamente ligada al arte religioso y sirvió para facilitar el adoctrinamiento católico además de la decoración de iglesias.
En la escultura, especialmente el drama y la teatralidad de las expresiones, el movimiento y la exuberancia de las formas son evidentes. Aleijadinho y Mestre Ataíde en la Región de Minas Gerais son los nombres que se destacan en este escenario. La escultura de la época colonial destaca por un estilo propio que eliminó cualquier proximidad a la escultura barroca europea. Las obras estaban hechas de esteatita y madera y estaban pintadas en colores fuertes y comúnmente doradas, además de estar adornadas con coronas de oro y plata, ojos de vidrio, dientes de marfil, prendas de tela y cabellos reales.
La pintura también es de carácter religioso. Sus principales características cromáticas eran el rojo, el azul, el dorado y el blanco y generalmente se realizaban con pintura al óleo o temple sobre madera o lienzo. La perspectiva también se usó ampliamente para pintar los techos de las iglesias.
Referencias:
Arte colonial. En: Historia de las artes. Disponible en:
