LA enfermedad degenerativa de las articulaciones (PAPÁ) o osteoartritis Consiste en la degeneración progresiva del cartílago articular, asociada a cambios proliferativos y también degenerativos en los tejidos adyacentes, que pueden conducir a una discapacidad locomotora. Esta condición afecta a varias especies de animales y también es muy común en humanos.
El DAD se clasifica como primario o idiopático y secundario. La forma primaria puede ser de origen desconocido o estar relacionada con trastornos del envejecimiento, mientras que la secundaria resulta de infecciones articulares y factores predisponentes a la ocurrencia de defectos conformacionales, como incongruencias, inestabilidades articulares, obesidad, sobrecarga, neoplasias, entre otros.
Independientemente del origen, el DAD cursa con una cascada de eventos bioquímicos mediados por citocinas, enzimas proteolíticas y otras sustancias proinflamatorias como prostaglandinas, leucotrienos y óxido nítrico, que causan osteólisis, esclerosis ósea subcondral, osteofitosis, erosión del cartílago articular y engrosamiento. de la membrana sinovial.
Esta afección es bastante común en los perros, mientras que en los gatos se observó que estaba infradiagnosticada, principalmente por las características de comportamiento del felino. Existe evidencia de que estos se ven más afectados por el DAD primario, es decir, sin una etiología conocida. En cuanto al DAD secundario, se citan como causas la luxación rotuliana, la acromegalia y la predisposición racial, en las que la mucopolisacaridosis VI en gatos siameses, la osteocondrodisplasia Scottish Fold y la displasia de cadera de Maine Coon inducen la enfermedad.
El diagnóstico de DAD rara vez se realiza en su fase inicial, ya que el paciente afectado puede estar asintomático o simplemente no presentar signos perceptibles para sus tutores. Sin embargo, debido a la naturaleza progresiva e irreversible de la enfermedad, los signos clínicos pronto se hacen evidentes y pueden observarse: impotencia funcional de las extremidades, cojera, disminución del rango de movimiento, atrofia muscular y dolor continuo.
Se deben solicitar exámenes de imagen para complementar el diagnóstico de la enfermedad; La radiografía y la ecografía se utilizan ampliamente, pero dependen de la experiencia del profesional. La tomografía computarizada y la resonancia magnética permiten una mejor visualización de los cambios articulares, pero son costosas y no siempre están disponibles en medicina veterinaria.
El tratamiento de los pacientes con DAD consiste en aliviar el dolor y preservar las articulaciones; los fármacos de elección son analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir el proceso inflamatorio, que pueden administrarse por vía oral, parenteral, tópica e intraarticular. El uso de condroprotectores es fundamental para el mantenimiento del cartílago y para frenar la progresión degenerativa, ya que cuando se acumulan en el líquido sinovial inhiben la acción de las enzimas degenerativas, aumentan el metabolismo de los condrocitos e inhiben la formación de microtrombos en la vasculatura articular. El sulfato de condroitina, el ácido hialurónico y los glicosaminoglicanos son los principales representantes del grupo.
Ya existen en el mercado alimentos enriquecidos con sustancias beneficiosas para los animales con artrosis. El extracto de Mejillón de Labios Verdes (GLM) es un ejemplo de esto, que ha demostrado propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y analgésicas. También existen terapias complementarias como la fisioterapia, que ayuda a fortalecer los músculos y mantener el acondicionamiento físico, y la acupuntura, que trabaja para controlar el dolor crónico y restaurar la homeostasis del cuerpo.
La literatura aún menciona algunos tratamientos no convencionales como el láser de baja intensidad, que tiene un efecto reparador tanto en el tejido cartilaginoso como en el hueso; el uso de células madre está destinado a reemplazar células y tejidos dañados; y la aplicación de células madre de tejido adiposo, que tienen el potencial de regenerar el cartílago.
Así, los animales afectados por DAD necesitan terapias que favorezcan una mejor calidad de vida y retrasen la parálisis de sus movimientos, dado que la enfermedad es crónica y la esperanza de vida de perros y gatos ha aumentado significativamente.
Referencias:
Rosseto y col. Alternativas en el tratamiento de la artrosis. Investigación, 17 (3): 06-12, 2018.
Perro real Nutrición y salud animal. (2013). Disponible en: http://www.royalcanin.com.br. Consultado: 26/11/2019.
Roseti L y col. Regeneración del cartílago articular en la osteoartritis – Revisión. Células. v8: 1305, 2019.