(Latín basaltos, alteración de basanitas, griego basaos, piedra de toque o una palabra etíope o egipcia bekhen que significa piedra oscura)
Roca volcánica de color oscuro, con una densidad cercana a 3 y compuesta esencialmente por plagioclasa y piroxeno con en ocasiones otros minerales accesorios como el olivino (→ peridoto).
Formación de basalto
El basalto forma corrientes de lava muy fluidas y presenta a menudo, después de enfriarse, cuando tiene algunos metros de espesor, una estructura prismática: estas columnas de sección geométrica se denominan “órganos de basalto” (una de las formaciones más famosas es la del Gigante). Calzada en Irlanda del Norte).
La estructura microlítica del basalto, compuesta esencialmente por cristales microscópicos, ilustra su formación: los grandes cristales, o fenocristales, se forman primero en la cámara magmática (→ volcán). Después de este primer enfriamiento lento, la subida a la superficie del basalto se acelera en la chimenea y en las estrechas grietas del volcán, por lo que su cristalización es más rápida porque la temperatura desciende rápidamente. Luego se forman pequeños cristales o microlitos. A la salida del edificio volcánico, la temperatura desciende bruscamente. Hay un rápido enfriamiento de la parte no cristalizada de la lava para formar un vidrio no cristalizado (o pasta amorfa) (→ roca).
Resultante de la fusión parcial de las peridotitas del manto, por su pobreza en sílice (menos del 52%), se atribuye al basalto el calificativo de roca basica. Sin embargo, es rico en magnesio y hierro.
Ubicación de los basaltos
Mientras que las rocas de la corteza continental son principalmente de tipo granítico (formando bolsas o plutones colocados en profundidad), las rocas de tipo basáltico forman la corteza oceánica.
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