Bioacumulación – Ecología –

LA bioacumulación es el proceso de asimilación y retención de sustancias químicas del medio ambiente por parte de los organismos. La absorción puede ocurrir directamente, cuando se incorporan al organismo sustancias provenientes del medio ambiente (agua, suelo, sedimentos), o indirectamente, a través de la ingestión de alimentos que contienen tales sustancias. Generalmente, las sustancias bioacumuladas no son biodegradables y por diversas razones no son metabolizadas ni excretadas por los organismos, o son muy lentas, por lo que a lo largo de la vida de un organismo estas sustancias se van concentrando cada vez más en sus tejidos.

La bioacumulación puede dar lugar a un proceso llamado biomagnificación o magnificación trófica, que consiste en la transferencia de sustancias químicas bioacumuladas de un nivel trófico a otro, aumentando la concentración de estas sustancias a medida que viaja a través de la cadena alimentaria. Por ejemplo, los vegetales (productores) contaminados por una sustancia son consumidos por animales (consumidores primarios), y estos animales servirán de alimento para otros animales (consumidores secundarios), por lo que la concentración de dicha sustancia será mucho mayor en el consumidor final que en los organismos de las posiciones inferiores de la cadena.

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Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son sustancias que están sujetas a procesos de bioacumulación y biomagnificación. El insecticida DDT es un ejemplo de COP, es altamente tóxico y fue ampliamente utilizado durante las décadas de 1940 y 1950. Se acumuló en depredadores de los niveles tróficos más altos, contribuyendo a la casi extinción de algunas aves rapaces, como el halcón-peregrino.

Es posible evaluar el grado de contaminación ambiental en un lugar determinado mediante la bioacumulación. Este fenómeno ha sido objeto de numerosos estudios que evalúan la concentración de metales pesados ​​en ambientes acuáticos a través de organismos utilizados como bioindicadores. Los ecosistemas acuáticos son ideales para este tipo de evaluación porque se consideran los receptores finales de los contaminantes liberados al medio ambiente. La deposición de metales pesados ​​(zinc, plomo, cadmio, mercurio) en estos lugares proviene principalmente de algunas actividades, como la industrial y la agrícola. Estos metales penetran en los organismos acuáticos (plantas y animales) a través de la superficie del cuerpo y las estructuras respiratorias y mediante la ingestión de partículas y agua.

Los peces tienen una alta capacidad para bioacumular estos elementos en sus diversos órganos del cuerpo, y esta acumulación depende de factores como el tamaño, los hábitos alimentarios y la etapa reproductiva de estos organismos. También influyen otros factores, como el pH, el oxígeno disuelto y la temperatura del agua. La alta concentración de metales en el pescado es tóxica y provoca cambios morfológicos, fisiológicos y de comportamiento y reproducción. Por la ingestión de pescado contaminado, los metales pesados ​​se transfieren a los seres humanos y pueden causar graves daños a la salud.

Referencias:

Cain, ML Bowman, WD & Hacker, SD Ecology. 3ª ed. Porto Alegre: Artmed, 2018.

Gomes, MVT; Sato, Y. Evaluación de la contaminación por metales pesados ​​en peces del río São Francisco aguas abajo de la presa Três Marias, Minas Gerais, Brasil. Revista Saúde e Ambiente, c. 6, n. 1, pág. 24-30 de 2011.

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