Written by La figura mítica de Conde de Saint Germain dejó su huella en el siglo XVIII. Este enigmático ser, del que poco se sabe concretamente, es considerado un místico, un profundo conocedor y practicante de la alquimia, un orfebre, un diestro cortador de diamantes, un hombre de corte y ciencia, un músico y un compositor.
Muchos creían que esta excéntrica personalidad poseía la piedra filosofal, capaz de convertir cualquier metal común en oro, y el elixir de la juventud, que garantizaba la inmortalidad. De ahí que se convirtiera, tras su muerte, de la que aún menos se sabe, ni siquiera la fecha exacta, en un icono para diversas sociedades místicas.
El momento de su nacimiento se sitúa el 28 de mayo de 1696, en Transilvania, aunque algunos afirman que sería el año 1709. Como siempre ocultó con celo su verdadero origen familiar, se plantean las más variadas hipótesis sobre su filiación. La más aceptable dice que Saint Germain es hijo de Francisco II Rákóczi, príncipe de esta región de Rumania. Otros datos revelan que puede ser hijo bastardo de la viuda de Carlos II de España, Marie-Ann de Neuborg, por un noble conocido como Conde Adanero.
Su formación académica tuvo lugar en Italia, bajo la protección de un mecenas, el Gran Duque Gian Gastone, el último de la famosa familia Medici. No se sabe por qué, pero Saint Germain se revela públicamente recién a partir de 1743, a la edad de 47 años, en la capital inglesa, Londres, y también en 1745, en la ciudad escocesa de Edimburgo. Se dice que estuvo recluido allí durante algún tiempo, acusado de ser un espía.
Tras este supuesto encarcelamiento se dio a conocer como un experto en violín, al mismo tiempo que cultivaba una vida contemplativa, privada del placer sensual y entregada al celibato. Al mismo tiempo habría conocido al filósofo Jean-Jacques Rousseau, quien aseguraba admirarlo profundamente.
A partir de este momento simplemente desapareció de la vista en 1746, hasta que reapareció repentinamente en 1758 en la ciudad francesa de Versalles. Desde entonces ya dominaba el trabajo con las piedras preciosas, pretendiendo ser orfebre y cortador; y también era un experto en las telas, que teñía tan bien, según la leyenda, que había adoptado una sustancia oculta que no las dejaba desteñir.
En el Palacio de Luis XV, en Chambord, permaneció durante algún tiempo bajo la protección del rey, aprovechando la oportunidad para obsequiar diamantes a los cortesanos y cortesanas. En este período se tejió a su alrededor la creencia de que tenía varios siglos. Saint Germain pasó por Inglaterra, país en el que casi vuelve a ser detenido, por Holanda, San Petersburgo, una ciudad rusa, y por Bélgica.
En cada punto de su travesía parecía dejar impresa cierta historia o aventura, como en este último país, donde se dice que transmutó el hierro en alguna sustancia parecida al oro. Después de este evento estuvo ausente de la historia durante 11 años, apareciendo nuevamente en Baviera en 1774 bajo otro nombre, Conde Tsarogy.
En 1776 compareció ante el rey Federico, llamándose francmasón. Se dice que murió en 1784, pero hay rumores de que fue encontrado en 1835, en la capital francesa, luego en Milán, en 1867, y más tarde en Egipto, en tiempos de Napoleón. Las últimas noticias sobre el Conde dan cuenta de su aparición en Roma en 1926, presenciada por un teósofo, CW Leadbeater.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Conde_de_St._Germain
http://www.spectrumgothic.com.br/ocultismo/personagens/germain.htm
