Bioinvasión marina – que es, como ocurre, daño causado – Ecología

El proceso de bioinvasion se describe como la llegada de una especie exótica invasora a un ecosistema en equilibrio dinámico. La inclusión de este nuevo organismo puede generar perturbaciones importantes, como presiones competitivas por los recursos y depredación, que eventualmente conducen a la exclusión o extinción de poblaciones locales de especies nativas, lo que empobrece la riqueza de la biodiversidad y afecta el funcionamiento de toda la comunidad. Este proceso es extremadamente difícil de monitorear y remediar en ecosistemas terrestres, que son ampliamente estudiados y accesibles. Teniendo esto en cuenta, cuando se produce una bioinvasión en el medio acuático, especialmente en los océanos, presenta una serie de retos adicionales a estudiar y gestionar.

Los ecosistemas marinos son extremadamente variados y, sin embargo, están interconectados. Pequeños cambios de latitud, longitud y profundidad provocan cambios importantes en factores abióticos como salinidad, temperatura, pH, luminosidad, concentración de oxígeno y COdos materia orgánica disuelta y presente. De esta manera, las adaptaciones de los seres vivos ocurren localmente, imponiendo límites de distribución muy definidos para especies especializadas y permitiendo el desplazamiento y la migración a través de inmensas áreas de la vida para aquellos que son generalistas.

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Las especies marinas invasoras generalmente están representadas por organismos de vida rápida, que pueden ser peces o invertebrados, y algunos muestran reproducción asexual y sostienen una variación considerable en los parámetros ambientales. LA bioinvasión marina puede ocurrir de forma natural o por acción humana. Estos modos de invasión difieren específicamente en los mecanismos de dispersión de las especies invasoras. Así, se define que si una especie marina llega a un lugar previamente inaccesible por su propia capacidad motora, está potencialmente provocando una bioinvasión.

Dispersión natural

Es el medio de dispersión mediado por elementos de la naturaleza. Podemos mencionar aquí la ocurrencia de desastres naturales, como tifones y tsunamis, como agentes propagadores de especies invasoras. Además, las corrientes marinas que circulan por todo el mundo pueden actuar como dispersores de especies exóticas, llevando huevos y larvas lejos de su lugar natural de ocurrencia. Otro tipo de mecanismo de dispersión son las balsas naturales. Estos no son más que restos de estructuras vegetales o animales que son desplazadas por la marea y portan organismos adheridos capaces de sobrevivir y poblar otros lugares.

Dispersión antrópica

Petrolero liberando agua de lastre en un puerto. Foto: Ripitya / Shutterstock.com

Es el medio de dispersión mediado por la acción humana. El continuo desplazamiento de barcos a través del océano es el principal mecanismo de dispersión de especies exóticas. Los grandes cargueros transportan toneladas de litros de agua de un lugar a otro, el llamado agua de lastre, que se utiliza para equilibrar el peso del barco. La legislación de varios países exige que los barcos liberen agua de lastre lejos de sus costas, pero aún puede transportar especies bioinvasoras. Además, muchos organismos pueden sobrevivir adheridos a la estructura externa de los barcos, migrando miles de kilómetros más allá de su rango natural. Otra forma de dispersión de especies potencialmente menos invasivas que se monitorea menos es la instalación de acuarios. Esta actividad puede llevar especies exóticas de un lugar a otro y, accidental o intencionalmente, estas pueden ser liberadas a cuerpos de agua. Finalmente, la pesca y la acuicultura pueden presentar riesgos de bioinvasión cuando dispersan organismos vivos utilizados como cebo en lugares fuera de su área de ocurrencia o cuando crean especies exóticas importadas en cultivos de mar abierto.

Para ejemplificar los efectos de una bioinvasión marina, podemos mencionar la llegada del mejillón dorado del sudeste asiático a Brasil. Aportado por el agua de lastre de los cargueros, este invertebrado se encuentra hoy en grandes extensiones de la costa brasileña, provocando la exclusión y reducción de especies nativas de mejillones y mariscos que tenían un gran valor económico para las comunidades de caiçaras.

Mejillón dorado, especies exóticas. Foto: Helissa Grundemann / Shutterstock.com

Referencias:

Mansur, MCD, Santos, CPD, Darrigran, G., Heydrich, I., Callil, CT y Cardoso, FR, 2003. Primeros datos cualitativos y cuantitativos sobre el mejillón dorado, Limnoperna fortunei (Dunker), en el Delta del Jacuí, en Lago Guaíba y Laguna dos Patos, Rio Grande do Sul, Brasil y algunos aspectos de su invasión en el nuevo entorno. Revista Brasileña de Zoología, 20(1), págs. 75-84.

Seebens, H., Gastner, MT, Blasius, B. y Courchamp, F., 2013. El riesgo de bioinvasión marina provocada por el transporte marítimo mundial. Letras de ecología, dieciséis(6), págs. 782-790.

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