Calambres o calambres – Espasmos musculares – Educación física

Como es un tema de origen desconocido, el calambre todavía divide opiniones sobre su origen y forma de tratamiento. Se sabe que su ocurrencia no depende de la práctica de actividad física o incluso del sedentarismo, por lo que aún se considera una pregunta sin una respuesta exacta, haciendo que cada profesional de la salud siga la teoría que le parezca más coherente. Algunos autores afirman que los calambres pueden deberse a patologías congénitas, así como pueden aparecer tras la actividad física, en reposo, por una deficiencia de algunos componentes de la dieta, entre otros factores.

Foto: Blazej Lyjak / Shutterstock.com

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Para comprender los factores que pueden causar calambres, es importante señalar cómo se produce la contracción muscular. Cabe recordar que el músculo esquelético es un músculo de contracción voluntaria, formado por una gran cantidad de fibras musculares, divididas en subunidades denominadas miofibrillas. Para cada miofibrilla hay una terminación nerviosa, llamada motoneurona, que será responsable de la respuesta al movimiento. En estas miofibrillas se encuentran los componentes contráctiles (actina y miosina) que serán los responsables de la contracción muscular. Para que se produzca la contracción muscular, debe haber un impulso nervioso en una motoneurona que, cuando se recluta, secretará acetilcolina en las fibras musculares, lo que hace que la membrana de la fibra muscular absorba una mayor cantidad de iones de sodio en su interior. Este ion actuará directamente, originando un potencial de acción para despolarizar la membrana de la fibra muscular de modo que el retículo sarcoplásmico libere grandes cantidades de iones calcio en las fibras musculares. En consecuencia, los sitios activos de actina y miosina se abren, lo que hace que ambos se deslicen juntos, lo que realiza la contracción muscular. Para completar la contracción, se cierran los canales de sodio en el retículo sarcoplásmico, normalizando la acción de la troponina y la tropomiosina, que impedirán la acción entre actina y miosina, bloqueando así el sitio activo de las moléculas, finalizando así el ciclo de contracción muscular.

Según estudios, el grupo de músculos afectados se contrae involuntariamente generando dolor, pero la sensación de espasmo se debe a la relajación de algunas fibras musculares mientras que un grupo de fibras adyacentes terminan contrayéndose, generando la sensación de espasmo muscular. Debido a la incertidumbre sobre el origen del calambre, se desarrollaron teorías que pueden justificar su aparición, tales como:

  • teoría electrolítica: debido al desequilibrio en la concentración de iones de sodio, potasio, magnesio y calcio en el medio intra y extracelular, aparecerá un potencial eléctrico en las fibras musculares y nerviosas, provocando potenciales eléctricos responsables de los impulsos nerviosos y la contracción muscular. El agotamiento de los electrolitos crea un desequilibrio en la formación de potenciales eléctricos, lo que provoca que se produzcan contracciones espontáneas.
  • Teoría de la deshidratación: el desequilibrio en los fluidos corporales debido a la actividad física puede interferir con el mecanismo de contracción muscular, ya que el sudor liberado durante el ejercicio contiene una gran cantidad de electrolitos y agua.
  • teoría metabólica: debido a la producción de detritos metabólicos en la musculatura por la actividad contráctil, pueden causar lesiones, ya que la musculatura puede “intoxicarse” por la cantidad de lactato y amoniaco secretados durante la actividad física.
  • teoría ambiental: debido al aumento de la temperatura corporal, la musculatura tendrá una mayor demanda y en consecuencia las reacciones químicas también cambiarán. Debido al estímulo ambiental, este desequilibrio permitirá la aparición de espasmos musculares intensos, que pueden generar un aumento del dolor, llegando al calambre.

Como tratamiento para esta molestia, se recomienda estirar y masajear la zona afectada para lograr la relajación, así como la aplicación de calor. Para que el individuo evite la aparición de calambres, se recomienda beber mucha agua, una dieta rica en magnesio, actividad física seguida de estiramientos y un período de descanso de al menos 12 horas, con el fin de buscar la recuperación muscular. que se pueden prevenir posibles lesiones.

Bibliografía:
GALI, Julio C. lesiones musculares. Disponible en http // www.apice.med.be / lesões.html.

GUYTON, Arthur C. Fisiología humana. Traducido por Charles Alfred Esberard. 6ª ed. Río de Janeiro: Guanabara Koogan, 1998.

SILVA, OC La aparición de calambres y análisis del proceso del mecanismo de contracción muscular.. REVISTA DIGITAL. Año 14. N.131. Buenos Aires, 2009.


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