Por Jean-Jacques Rousseau (1758), responde al artículo «Ginebra» de laEnciclopedia donde d’Alembert aboga por la apertura de un teatro en Ginebra.
Es una respuesta al artículo «Ginebra» de la enciclopedia donde d’Alembert, para complacer a Voltaire, aboga por la apertura de un teatro en Ginebra. El Carta de Rousseau analiza los peligros del teatro, que busca agradar más que instruir, deja demasiado espacio al amor; la tragedia nos interesa a los sinvergüenzas, a los héroes sobrehumanos o apasionados, la comedia hace que el vicio sea placentero y hace reír a la virtud. Los espectáculos promueven el lujo y la ociosidad, la desvergüenza de los actores. Finalmente, Ginebra perdería sus recursos económicos y morales. Esta acusación forma parte de la crítica de Rousseau a la representación (política, social, estética), al significante imaginario que aquí institucionaliza el teatro. Rousseau le opone la fiesta como presencia inmediata del yo al otro.