Mediante Carta a El-Rei D. ManuelPero Vaz de Caminha dejó constancia de sus primeras observaciones sobre la reciente tierra descubierta por la flota de Pedro Álvares Cabral, que más tarde se llamaría Brasil. Considerada como el primer documento informativo, ubicado entre las obras que componen el Barroco en la literatura brasileña, esta carta marca el inicio de la historia literaria del país.
Caminha ocupó el cargo de notario entre los hombres que dirigía Cabral. Cuando los barcos llegaron a la costa de Brasil, escribió la carta destinada al rey Manuel I, decimocuarto rey de Portugal. El objetivo era describir cómo se descubrieron los nuevos territorios y mostrar a los europeos cómo eran las tierras y costumbres de los nativos. El encargado de llevar la carta al rey, que se encontraba en Lisboa, era Gaspar de Lemos, que comandaba las provisiones del barco. La fecha del documento es el 1 de mayo de 1500.
Conservada durante dos siglos en el Archivo Nacional de Torre do Tombo, parte de la red de archivos portugueses, la carta permaneció inédita hasta que, en 1773, fue descubierta por José de Seabra da Silva, ministro y jefe de guardia de la Torre, y anunciada por Juan Bautista Muñoz, historiador español. En Brasil, el documento fue publicado por primera vez por Manuel Aires de Casal, sacerdote e historiador portugués, en la obra “Corografia Brasílica”, de 1817.
En el contenido de la carta, se puede ver la deslumbrada visión de los europeos cuando se encontraron con los habitantes y la belleza natural de la tierra recién descubierta, llamada Nuevo Mundo. Una de las descripciones contenidas representa el Monte Pascoal, al que se le dio el nombre de Terra de Vera Cruz. Caminha también describió el primer contacto con los nativos, así como menciones de Pau-Brasil, la Primera Misa en Nova Terra y el intercambio entre los descubridores y los indígenas.
En el siguiente extracto, Caminha describe al rey la inmensidad encontrada, los mares, hace suposiciones sobre los recursos naturales que se podrían encontrar y describe la fertilidad de la tierra.
(…) Es tierra, señor, será tal que habrá veinte o veinticinco leguas por mar en ella, muy grande, porque mirando hacia afuera, solo podríamos tener tierra con árboles, que parecía muy larga para nosotros. En él, hasta ahora, no hemos podido saber si hay oro, ni plata, ni nada de metal o hierro, ni lo hemos visto. Pero la tierra en sí está mucho en el aire, tan fría y templada, como las de entre Doiro y Minho, porque en ese momento pensamos que eran como las de allá. Las aguas son muchas, infinitas. De tal manera es gracioso que, queriendo aprovecharlo, todo se dará en él, por las aguas que tiene. Pero el mejor fruto que se le puede sacar, me parece, será salvar a esta gente. Y esta debe ser la principal semilla que Su Alteza debe sembrar en ella.
Fuentes:
COTRIM, Gilberto. Historia global: Brasil y general. São Paulo: Editora Saraiva, 2005.
http://pt.wikipedia.org/wiki/Carta_a_El-Rei_D._Manuel
http://antt.dgarq.gov.pt/
http://cebmpb.blogspot.com.br/2011/04/trecho-da-carta-de-pero-vaz.html