Fábula dramática en cuatro actos y en versoEdmond Rostand (1910).
La originalidad de esta pieza es escenificar animales.
Sobre un corral reina un gallo, Chantecler, tan convencido de su importancia que imagina, con su canto, hacer salir el sol. Pero la llegada de una gallina faisán pone su vida patas arriba, revelándole el amor, por lo que se olvida de cantar. Sin embargo, habiendo aparecido la estrella del día, Chantecler se convierte en el hazmerreír de todos los animales domésticos y salvajes, y especialmente de los búhos, criaturas de la noche que lo odian y lo obligan a aceptar una pelea pública con otro gallo. La pelea tiene lugar en el salón literario de La Pintada. Ganador después de haber estado al borde de la muerte, Chantecler defiende entonces el corral de las amenazas de un halcón y recupera así parte de su prestigio. Injustamente descuidado, pero comprendiendo que en el gallo la vanidad es más fuerte que el amor, el faisán, sin embargo, se sacrifica por él y va en su lugar al encuentro de un cazador. Suena un tiro, pero es el ruiseñor de la voz de oro el que resulta herido de muerte. El canto ronco del gallo solo seguirá celebrando el amanecer.
La última gran obra dramática de Edmond Rostand, cantor desconcertó al público parisino durante su estreno. Sátira clave de los círculos literarios y políticos, con una construcción y una dramaturgia irreprochables, la obra también pretende ser una reflexión metafísica sobre las vanidades del mundo. La escritura, brillante y ligera, abunda en juegos de palabras y juegos de palabras; pero el tono, a veces didáctico, deja entrever también la inquietud por exponer una tesis.