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Chiquinha Gonzaga (1847-1935) fue un pianista, director y compositor de Río. Considerada una de las mayores influencias de la música popular brasileña, fue nieta de un esclavo liberado y fue la primera mujer en dirigir una orquesta en Brasil.
Su vida estuvo marcada por el éxito en la música, el desafío a la sociedad patriarcal en el período de regencia y la lucha abolicionista.
La participación de Chiquinha Gonzaga en la escena artística brasileña fue fundamental para la definición de la identidad musical del país a principios del siglo XX.
Entre las obras más conocidas de Chiquinha Gonzaga está la marcha del carnaval «Ó abre Alas«, compuesto en 1899.
Biografía
Chiquinha Gonzaga nació Francisca Edwiges Neves Gonzaga, el 17 de octubre de 1847. Su padre era el militar José Basileu Neves Gonzaga y su madre Rosa, hija de un esclavo. Fue educada para los oficios del hogar, para ser una dama de sociedad y se enseñó sola a tocar el piano.
Se casó por la imposición de su padre cuando tenía 16 años con Jacinto Ribeiro do Amaral, un empresario que la maltrató. La unión duró dos años y, a los 18, Chiquinha Gonzaga se va a vivir con el ingeniero João Batista de Carvalho.
La vida amorosa de la pianista estuvo marcada por los escándalos de la época, pues también se divorció de su segundo marido, quien la traicionó. La familia no lo apoyó y Chiquinha se volvió cada vez más a la música, luego de perder la custodia de sus hijos.
A partir de 1877 comienza a hacer de la música una profesión, condición aún inédita para la figura femenina en Brasil. Su primera composición exitosa fue «Atractivo«, pero no rindió el éxito esperado.
Chiquinha contó con la ayuda del pianista portugués Artur Napoleão dos Santos para mejorar la técnica en el piano. La asociación le valió su primera regencia en el teatro, en enero de 1885, cuando presentó la opereta «La corte en la Roça«.
Esta etapa estuvo marcada por la ausencia, todavía, en la prensa local del equivalente femenino de la palabra maestro. Luego, el director compuso y dirigió piezas de diferentes géneros.
Se consideró desafiante al estándar de la época por declararse abolicionista. Incluso vendió partituras para recaudar fondos destinados a la «Confederación Libertadora». Uno de sus músicos, José Flauta, era un esclavo liberado, cuya libertad fue comprada por Chiquinha Gonzaga.
La consagración con música llega al cambio de siglo, con la marchinha «Ó abre Alas«. La canción se repitió desde el siglo XIX hasta el siglo XX y se mantiene en el repertorio del carnaval hasta la actualidad.
Cuando llega a los 52 años, otro portugués marca la vida de Chiquinha. La novela entró en la colección de escándalos en la vida del artista. João Batista Fernandes Lage tenía 16 años cuando se involucró con el brasileño. Incluso adoptó su apellido y empezó a fichar a João Batista Gonzaga.
Fue la compañera quien la ayudó en la organización de la «Sociedad Brasileña de Autores de Teatro». La organización ayudó a proteger los derechos de autor del artista.