coagulación –

Transformación de sangre líquida en gel semisólido.

Al hacer que se forme un coágulo, la coagulación ayuda a detener el sangrado de una lesión. Este proceso es el resultado de una cadena de reacciones químicas que involucran plaquetas y varios sustratos y enzimas del plasma. Pone en juego 13 factores, que intervienen en esta cadena de reacciones. Estas complejas interacciones dan como resultado la transformación de una proteína soluble, el fibrinógeno, en una proteína insoluble, la fibrina, que forma la estructura del coágulo, después de haber sido estabilizada por el factor XIII.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Proceso

El proceso de coagulación consta de tres fases principales que se suceden.

Tromboplastinoformación da como resultado la formación de una enzima, el factor X activado.

Trombinoformación da como resultado la formación de otra enzima, la trombina.

Fibrinoformación corresponde a la transformación de fibrinógeno en fibrina gracias a la trombina.

Trastornos de la coagulación

Coagulación deficiente suele ser el resultado de trombocitopenia (disminución del recuento de plaquetas en sangre), una deficiencia de varios factores de coagulación o una anomalía de los vasos sanguíneos. Estas condiciones tienen varias causas. Pueden ser congénitas (hemofilia, enfermedad de von Willebrand); adquiridas (enfermedad hepática, coagulación intravascular diseminada; infecciones virales y enfermedades autoinmunes); debido a la absorción de ciertos medicamentos (anticoagulantes); causada por deficiencia de vitamina (deficiencia de vitamina C por escorbuto, deficiencia de vitamina K después de la administración de antibióticos de amplio espectro).

Resultan en una propensión a hemorragias internas y externas.

Coagulación o hipercoagulación demasiado rápida, puede estar relacionado con un aumento en el nivel de factores de la coagulación, por ejemplo al final de un embarazo, o con una deficiencia de inhibidores de la coagulación, congénita o debida a una enfermedad hepática. Esta sobrecoagulación puede provocar trombosis o embolia.

Pruebas de coagulación

Los diversos trastornos de la coagulación se diagnostican analizando los diversos factores de la coagulación, mediante exámenes que evalúan su actividad global («tiempo de cefalina» y «tiempo de protrombina») y mediante el recuento de plaquetas.

Estas mismas pruebas también permiten estudiar los resultados de un tratamiento anticoagulante administrado para reducir el riesgo de trombosis.

Ver : uña plaquetaria, factor de coagulación, fibrina, fibrinógeno, hemofilia, hemostasia primaria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *