Complementos alimenticios: salud y nutrición

suplementos alimenticios se anuncian y venden ampliamente en Internet, televisión y gimnasios en todo el país. Los suplementos se componen de preparaciones de reemplazo de vitaminas, nutrientes, minerales, fibras, ácidos grasos y aminoácidos; para los practicantes de culturismo, estos suplementos tienen menos grasa.

Foto: Nomad_Soul / Shutterstock.com

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Este tipo de preparación es buscada por quienes realizan muchas actividades físicas y buscan como resultado de este uso, belleza, salud y un mejor desempeño en sus ejercicios.

Muchos se consumen, sin ninguna indicación médica ni seguimiento. Prometen la mejora del rendimiento, la pérdida de peso y la recomposición de vitaminas, sin embargo, casi nunca cuentan con respaldo científico. El uso de estos «alimentos» se ha convertido en un lugar común y una práctica antigua entre los atletas, culturistas y practicantes de actividades físicas, como el entrenamiento con pesas.

La abundancia de consumo y venta de estos suplementos hace que la prueba de su eficacia se vea mermada. Nunca estará seguro de sus beneficios o daños.

Los suplementos más conocidos son: cafeína, carnitina, aminoácidos aislados y BCAA (Aminoácidos de cadena ramificada): aminoácidos de cadena ramificada, valina, leucina e isoleucina. Pueden llegar a prometer ayudar con la pérdida de peso, ganar masa muscular o incluso aumentar de peso.

Uno de los suplementos más conocidos es la glutamina, el aminoácido más abundante en el tejido muscular, que constituye aproximadamente el 50% de todos los aminoácidos en forma libre. En su forma natural, funciona como regulador del sistema inmunológico y en el control del volumen celular. Según algunos sitios web que venden el producto, «la administración de una solución que contiene 5g de Glutamina en 330ml de agua, han demostrado que después de 30 minutos de suplementación es posible observar un aumento en la concentración plasmática de glutamina que vuelve a la normalidad dos horas después de la suplementación.”.

1. Promesas y límites de los complementos alimenticios

Los complementos alimenticios cumplen con todo tipo de expectativas.

Por el lado adelgazante, pueden contener fibras (pectina de manzana, ispaghul) moderadores del apetito, «quemagrasas», generalmente cafeína en forma de té verde, mate, guaraná, o plantas diuréticas (cola de cereza, reina de los prados). Sin embargo, la cafeína, que se recomienda no exceder los 300 mg por día (incluyendo café, té, refrescos de cola), solo ayuda a movilizar las reservas de grasa durante la actividad física de resistencia (moderada y de larga duración). En cuanto a las plantas de drenaje, no debes acostumbrarte a ellas a riesgo de hacer que los riñones se vuelvan «perezosos» cuando se detengan.

Los «tónicos» también pueden contener cafeína por su efecto energizante, o ginseng, tradicionalmente utilizado como estimulante intelectual por la medicina china. Sin embargo, el ginseng no se recomienda en casos de presión arterial alta, la dosis máxima recomendada es de 2000 mg por día.

Algunos complementos alimenticios formulados para la menopausia contienen fitoestrógenos de la soja o el lino, sustancias vegetales muy similares al estrógeno femenino, que reducirían los sofocos. Sin embargo, AFSSA no los recomienda en caso de antecedentes de cáncer de mama.

«Borra la celulitis», «retrasa los primeros signos de la edad», las promesas de determinados productos resultan en ocasiones más atractivas que realistas. Pero, a partir de 2010, los fabricantes deberán ceñirse a la lista de declaraciones de propiedades saludables autorizadas por un reglamento europeo.

2. Minerales y vitaminas

Parte de la población francesa, incluidos los niños, tiene una ingesta de minerales o vitaminas suficientemente por debajo de las recomendaciones para arriesgarse a sufrir deficiencias con posibles consecuencias para la salud. Por ejemplo, la falta de hierro causa anemia (glóbulos rojos insuficientes), una ingesta demasiado baja de calcio a largo plazo puede promover la osteoporosis (desmineralización del esqueleto).

Para evitar quedarse sin minerales o vitaminas, los nutricionistas coinciden en que debemos empezar por equilibrar la dieta. De hecho, incluso los complementos alimenticios que combinan las vitaminas y minerales más completos no pueden reproducir la riqueza nutricional de los alimentos. No obstante, son útiles para ciertos deportistas, para pequeños comensales o para personas que excluyen determinados alimentos de sus comidas por disgusto o por elección (dietas vegetarianas, veganas).

Un suplemento de magnesio está indicado cuando se consume menos de 1.500 kcal al día, los omega 3 están destinados a quienes no les gusta el pescado, los probióticos compensan la ausencia de yogures y otras leches fermentadas.

Los expertos en nutrición de AFSSA recomiendan no seguir curas de suplementos dietéticos a largo plazo sin consultar con un médico o dietista.

3. Cuidado con los antioxidantes

Los antioxidantes están presentes en los complementos alimenticios destinados a la belleza de la piel, la protección solar o la acción antienvejecimiento. Estas son las vitaminas E y C, betacaroteno, selenio, zinc y polifenoles.

Dentro del cuerpo, los antioxidantes neutralizan los radicales libres, cuyo exceso acelera el envejecimiento celular. Los estudios observacionales han demostrado que un alto consumo de frutas y verduras, que concentran la mayoría de los antioxidantes, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos cánceres. Pero, en estudios de suplementación con antioxidantes, especialmente betacaroteno, el riesgo de cáncer se ha incrementado en lugar de reducido en personas en riesgo, como los fumadores.

Sobre la base del reciente informe de la Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, Los expertos franceses recomiendan el consumo de 5 frutas y verduras al día, y desaconsejan los complementos alimenticios antioxidantes para las personas que fuman o tienen antecedentes personales o familiares de cáncer. Por otro lado, los antioxidantes pueden ofrecerse, con prescripción médica, en la prevención o el tratamiento de determinadas enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad.

4. Use los complementos alimenticios de manera adecuada

· Siga las dosis y duraciones de uso recomendadas por los fabricantes.

En el caso de un complejo multivitamínico o antioxidante, elija los productos más completos, y cuyas ingestas no superen el 100% de la IDR (Cantidad diaria recomendada).

· No combine dos complementos alimenticios, o un suplemento y un medicamento que proporcionen compuestos comunes (por ejemplo, calcio).

· Durante el embarazo, adhiérase a suplementos específicos, con consejo médico.

Al final de una cura, si persiste algún síntoma, fatiga, alteraciones del sueño, estreñimiento, consultar a un médico.

5. Internet: complementos alimenticios reales y falsos

La Unión de Dietética y Complementos Alimenticios recomienda comprar en la web solo las marcas que se encuentran en el canal de distribución tradicional. De hecho, ciertos productos vendidos en Internet escapan a las regulaciones europeas: pueden estar sobredosificados o subdosificados, posiblemente conteniendo sustancias ilícitas.

Según el Comité Olímpico Internacional, hasta un 25% de los suplementos deportivos están contaminados con sustancias dopantes. Además, compuestos como la DHEA (una hormona), clasificados como medicamentos en Francia, se consideran suplementos dietéticos en los Estados Unidos.

6. Consumo en cifras

Desde 2004, el mercado de complementos alimenticios se ha disparado. Su facturación, que fue de 1.100 millones de euros en 2007, aumenta casi un 20% anual. Los productos estrella son los suplementos adelgazantes y los «tónicos».

En 2004, una encuesta de Sofres indicó que el 20% de los franceses consumían complementos alimenticios con más o menos regularidad. En 2006, el 22% lo había utilizado al menos una vez al año, y la proporción de mujeres alcanzaba el 30%.

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