Consumo sostenible – Ecología –

El patrón de consumo actual de la sociedad capitalista funciona como una manifestación de los valores y la posición social de los consumidores. La calidad de vida y la felicidad se han relacionado cada vez más con los logros materiales, lo que conduce a un círculo vicioso: el individuo trabaja para consumir cada vez más. El individuo consume para tener una identidad social, formar parte de un grupo y crear vínculos. Pero este patrón de consumo es ambientalmente insostenible, ya que el uso excesivo de recursos naturales y la gran cantidad de residuos generados contribuyen a la degradación ambiental.

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Foto: Lightspring / Shutterstock.com

Ante este escenario, la consumo sustentable se presenta como una de las alternativas para resolver los problemas ambientales provocados por los patrones actuales de producción y consumo de bienes. El consumo sustentable se caracteriza por el consumo de bienes y servicios con respecto a los recursos naturales, de manera que se satisfagan las necesidades de las generaciones presentes sin perjuicio de las próximas generaciones. Consiste en la adquisición de bienes y servicios que satisfagan las necesidades básicas de las personas, priorizando la minimización de la degradación ambiental.

El consumo sostenible va más allá del llamado “consumo verde”, que consiste en que los consumidores elijan productos que no dañen el medio ambiente, desde la producción hasta la eliminación, son productos “ecológicamente correctos”. Es decir, se anima a los consumidores verdes a pasar de una marca a otra, mientras que el consumo sostenible es un objetivo a alcanzar mediante acciones colectivas y cambios políticos, económicos e institucionales que prioricen la reducción y modificación de patrones de consumo y no solo la sustitución productos.

El consumidor asume un papel fundamental en la consecución de un consumo sostenible. Antes de comprar cualquier cosa debemos preguntarnos si realmente necesitamos este producto, es necesario hacer una distinción entre necesidades y deseos. Las necesidades están relacionadas con todo lo indispensable (comida, vivienda digna, vestido), mientras que los deseos tienen un origen psicológico y son infinitos. Debemos intentar vivir con menos y no adquirir bienes superfluos.

Además, debemos incorporar en nuestra vida varias actitudes sostenibles que con el tiempo se convertirán en un hábito, tales como: priorizar productos y servicios producidos con respeto al medio ambiente en el momento de la compra, llevar una bolsa para hacer la compra, evitar productos desechables. , reutilizar materiales, separar correctamente la basura para reciclarla, ahorrar agua, no desperdiciar alimentos, dejar el coche en casa siempre que sea posible, cobrar a los funcionarios públicos y valorar las empresas que son ambientalmente responsables.

El gobierno tiene la responsabilidad de desarrollar políticas públicas y programas educativos para concienciar y fomentar el consumo sostenible, apoyar la investigación dirigida al desarrollo de tecnologías limpias, elaborar y regular leyes, normas y lineamientos que promuevan cambios en los patrones de consumo, emitir avisos de compra de productos sustentables, entre otras acciones.

El desempeño de las empresas también es fundamental en la búsqueda de un consumo sostenible. Para ello, las empresas deben adoptar algunas medidas, tales como: considerar los aspectos ambientales y no solo los económicos en la fabricación de productos, practicar la máxima reducción en el consumo de energía y recursos naturales y en la generación de residuos durante los procesos de fabricación. , realizar publicidad no orientada a estimular el consumismo, desarrollando prácticas de consumo sustentable dentro de la empresa con los empleados, como aprovechar la luz natural, apagar las luces de los pasillos, evitar la impresión de papel, eliminar el uso de vasos desechables, etc.

Este conjunto de acciones aún no engloba toda la complejidad que representa el consumo sustentable, pero son posibles responsabilidades a ser asumidas e implementadas por todos los involucrados en este proceso y por lo tanto contribuyen significativamente a cambios en los patrones de producción y consumo.

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Referencias:

Gonçalves-Dias, SLF y Moura, C. 2007. Consumo sostenible: mucho más allá del consumo “verde”. Actas de la XXXI Reunión de la Asociación Nacional de Postgrados en Administración. Río de Janeiro, RJ, Brasil.

Sequinel, MCM & Caron, A. Consumo sostenible: un tema educativo con múltiples responsabilidades. Revista Brasileña de Ciencias Ambientales, n. 16, 2010.

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