Written by LA crítica social implica, a partir de sus análisis, la búsqueda de soluciones a los problemas sociales en cuestión. Se relaciona con cuestiones morales y sus transformaciones y suele ir acompañado de un tono de denuncia o descubrimiento. La pobreza, las desigualdades sociales y económicas, los aspectos culturales, entre otros, suelen ser objeto de críticas sociales. Los dilemas éticos, como la pena de muerte y el aborto, también son objeto de crítica social.
Para algunos autores como Michael Wazer (1985), la crítica social puede entenderse como interpretación; si toda la realidad está sujeta a interpretación, la crítica social es una nueva interpretación de la realidad. Pero, ¿cuál es el punto común entre estos modelos de interpretación? El filósofo Thomas Nagel identifica un principio moral: no podemos ser indiferentes al sufrimiento de otras personas. Para él, la crítica social se basa en este principio moral. Sin embargo, Wazer sostiene que este principio no es muy diferente de la máxima religiosa «¿Amarás a tu prójimo como a ti mismo?”Entonces, ¿qué nos hace realmente no ser indiferentes o qué nos hace crear modelos para determinar aquello a lo que no debemos ser indiferentes?
El sufrimiento aquí no se trata solo de aspectos físicos. Pero tiene aspectos simbólicos y morales. No ser aceptado, sentirse disgustado, rechazado o impedido por elecciones individuales, como la elección del género, o pertenecer a un determinado grupo étnico, como los refugiados, son formas diferentes de sufrimiento. La crítica social radica en desarrollar argumentos y evidenciar el sufrimiento del otro y, a partir de ahí, proponer soluciones o formas de tolerancia, de reconocimiento.
Por tanto, como puede verse, la crítica social también reside en la pregunta: ¿qué es justo? ¿Por qué existe el sufrimiento, la injusticia, la desigualdad para unos y no para otros? Tras esta breve presentación sobre la crítica social y sus aspectos constitutivos, se pueden presentar algunas críticas sociales y sus consecuencias. Un ejemplo importante de crítica social es la teoría marxista. Al cuestionar la realidad social provocada por la Revolución Industrial, Karl Marx quedó impresionado por el sufrimiento atribuido a esos hombres y reflexionó sobre las causas de este proceso. Su teoría es al final proposicional cuando imagina que después de la revolución los hombres vivirán en mejores condiciones sociales y económicas y serán libres, en el sentido que este autor le da a la libertad.
Las obras literarias, cinematográficas y el arte en general también realizan, cuando no están destinadas únicamente al carácter estético o reflexivo del propio arte, algún tipo de crítica social. Obras como Guernica, de Pablo Picasso; y Retirantes, de Cândido Portinari. Películas como Yo, Daniel Blake, de Ken Loach. Las fotografías que abordan temas como las guerras, por ejemplo las de James Nachtwey y Gerda Taro, y las intervenciones artísticas como el graffiti de Banksy son ejemplos de crítica social.
En Brasil, autores como João Cabral de Melo Neto y Raquel de Queiroz escribieron obras críticas. En la música, el Rap es uno de los géneros actuales en los que la crítica social es casi constitutiva del género, como en las canciones de Racionais. Cantantes como Mc Carol y Preta Rara cantan críticas sociales a la realidad brasileña.
Actualmente, en Brasil, la violencia – general, contra las mujeres, contra los negros y los pobres -, el machismo y la corrupción son los principales temas de la crítica social.
Referencia bibliográfica:
WALZER, M. Interpretación y Crítica Social. Harvard, 1985.
