Decoración (Decorador) –

Para decorar un entorno requiere inspiración, creatividad, arte, conciencia estética. Esta profesión ha ido conquistando un mercado cada vez más amplio, a medida que crece el número de personas que quieren transformar su rincón en un espacio acogedor y acogedor, adaptándolo a su estilo personal.

Decorar una casa requiere buen gusto y no es una cosa fácil de hacer. Después de todo, si la gente elige mal el color de una pared o un sofá, no es posible revertir la imagen en poco tiempo. Los habitantes de un entorno son también elementos imprescindibles, como lo son ellos, sus deseos, su forma de ser, los que darán veracidad y valor al arte de decorar.

Foto: sayhmog / Shutterstock.com

La opción por una modalidad decorativa – colores, mobiliario, objetos en general – tiene el don de conferir calidad o anular cualquier proyecto de decoración. Cometer errores en la composición del entorno requiere un laborioso reinicio y no siempre es posible corregir los errores. De ahí la importancia de recurrir a un profesional, que sabrá exactamente cómo transformar el rincón de cada persona en un espacio cómodo, agradable, práctico y menos costoso.

Al contrario de lo que muchos piensan, ser decorador no es tan sencillo. Tienen que estar constantemente en sintonía con las nuevas tendencias del mercado, los criterios artísticos actuales, las demandas de los consumidores, entre otras inquietudes. Cada profesional debe tener en sus manos el poder de, muchas veces, revolucionar por completo el espacio, transmutándolo en el deseado sueño de su dueño.

Sé bueno decorador requiere que el especialista se ciña a la voluntad y los hábitos de su clientela, respetando siempre los valores estéticos y su forma de expresión personal, buscando incesantemente la comodidad y el placer. Incluso si tiene que ir contra la corriente de un mercado opresivo y hegemónico, que intenta imponer sus deseos y estándares al público objetivo y a los profesionales desatentos.

Las nuevas tendencias y la decoración de buen gusto se pueden asociar a la perfección si el decorador siempre apela al sentido común y la armonía de proporciones. Por ejemplo, es posible utilizar en exceso los colores de muebles y objetos ornamentales, si el especialista conserva tonos neutros y más sobrios en las paredes.

El decorador es un profesional que debe buscar siempre el impulso creativo en todo lo que le rodea, desde publicaciones sobre el tema, libros, telenovelas, programas de televisión, ferias de decoración, pasando también por películas cinematográficas, decorados teatrales, entre otros. Además, es libre de atreverse a romper con tradiciones y convenciones. Siendo creativo, puede mezclar los últimos muebles, con formas y detalles contemporáneos, con muebles ancestrales, asegurando un efecto encantador.

Solo es necesario que el profesional tenga cuidado con los excesos, para que el ambiente no se cargue visualmente, dando al espacio una atmósfera pesada. Para que un elemento se destaque, es importante que su entorno armonice con él, ganando así contornos más suaves y suaves, contribuyendo al realce del objeto en cuestión. Así, atrevido y al mismo tiempo tomando precauciones, el buen decorador puede, en poco tiempo y sin tanto gasto, subvertir un ambiente, creando un rincón que a la vez satisface los deseos del cliente y cumple con los criterios estéticos esenciales.

Fuentes
http://blogvaidireto.com/2008/02/05/a-arte-de-decorar/
http://msn.bolsademulher.com/familia/materia/a_arte_de_decorar/43192/1


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