Desacuerdo moral – Filosofía –

El fenomeno de desacuerdo moral es parte de nuestra vida diaria. En muchos casos, nuestro primer contacto con las discusiones sobre Ética y Filosofía comienza cuando no estamos de acuerdo con otras personas sobre lo que es. permitido o equivocado. Simplemente hojee revistas o navegue por blogs y sitios web para encontrar una ubicación con la que no estemos de acuerdo. Si bien el desacuerdo es un fenómeno común en muchos campos del conocimiento, ¿por qué hay tanto escepticismo cuando lo investigamos en Ética?

Podríamos señalar un razonamiento defectuoso, factores emocionales y una cierta diferencia en la educación moral como los principales factores en la mayoría de los desacuerdos morales. En cualquier caso, estas dificultades se consideran superficiales e incluso pueden ser resueltas por otras áreas del conocimiento, como la sociología y la psicología. Lo que tiene importancia filosófica no es que el desacuerdo moral sea un fenómeno. generalizado, pero de poder ser radical.

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Prestando atención a los hechos moralmente relevantes y eliminando la inconsistencia en el razonamiento, llegamos a un punto en el que los interlocutores involucrados en una discusión estarán bien informados epistemológicamente en cuanto a todos los hechos (morales y no morales) involucrados. La permanencia del desacuerdo en este contexto es lo que nos lleva a preguntarnos si este hecho sirve como evidencia para perspectivas poco realistas, es decir, que no existen estándares morales que estemos obligados a aceptar.

No hay un argumento específico que podamos nombrar como ‘el argumento del desacuerdo moral‘. Lo que sí tenemos son varios argumentos basados ​​en el fenómeno del desacuerdo moral que llevan a conclusiones escépticas o relativistas. En general, estos argumentos concluyen que no tenemos ninguna razón para creer en verdades morales o que los estándares morales no son más que una cuestión histórico-cultural.

Aquellos que aceptan el desacuerdo como evidencia presentan un argumento similar a éste: si la moralidad fuera objetiva, no tendríamos tanta diversidad de opiniones morales en nuestras sociedades. La calificación de ‘objetivo’ nos lleva a considerar lo que muchas personas podrían reconocer o acordar después de una reflexión crítica. La comparación suele ser con el conocimiento científico, porque en este tipo de conocimiento existen estrategias para establecer qué es o no es cierto y métodos para evitar errores.

En cualquier caso, llegar a una conclusión poco realista basada en la dificultad de establecer alguna verdad podría tener un resultado devastador en la filosofía en su conjunto:

«Si la intratabilidad del desacuerdo en un área se explica mejor mediante suposiciones antirrealistas sobre su estado, entonces debemos ser filosóficos antirrealistas sobre todo. Los juicios que hacemos y los argumentos que ofrecemos para apoyarlos deben ser vistos como incapaces de ser verdaderos, exclusivamente como expresiones de compromisos conativos, o como declaraciones cuya verdad depende del respaldo personal o interpersonal.”. (SHAFER-LANDAU, 2013, p. 56, nuestra traducción)

El primer paso para analizar la dificultad que plantea el desacuerdo moral es evaluar a las personas que están en desacuerdo, en cuanto a lo que saben y las estrategias que utilizaron para evitar errores, y las opiniones morales en disputa. ¿Es posible decir que tomaron las medidas necesarias para evitar malentendidos y que intentaron ofrecerse un entendimiento mutuo? Y lo que es más importante: ¿qué fundamenta el desacuerdo es una cuestión moral o es el resultado de malentendidos de otro orden, como personales, religiosos y culturales en general?

Si bien el consenso no es indicativo de una ‘verdad’, no podemos negar que existe un núcleo básico de posiciones morales indiscutibles, basadas en el respeto, la honestidad, la no violencia, etc., que nadie quiere abandonar ni negar. El problema es que todavía no tenemos garantías de conocimiento sobre ninguno de estos temas. Si lo hiciéramos, estos podrían ser los puntos de partida aceptados por los irreales y realistas para llegar a una solución a los problemas morales.

Referencias bibliográficas:

ENOC, David. ¿Cómo es el desacuerdo moral un problema para el realismo? Ética, v. 13, pág. 15-50, 2008.

SHAFER-LANDAU, Russ. La ética como filosofía: una defensa del no naturalismo ético. En: Ethical Theory: An Anthology, 2ª ed. SHAFER-LANDAU, Russ (Ed.). Oxford: John Wiley & Sons Inc, 2013. p.54-62

ZIMMERMAN, Aaron. Epistemología moral. Nueva York: Routledge, 2010. (Nuevos problemas de la filosofía)

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