Written by La dieta se puede definir como todo lo que se consume, alimentos sólidos y líquidos que consume una persona durante un día. En este sentido, una dieta para mantener el peso sería una dieta equilibrada, en la que estén presentes todos los nutrientes necesarios para el mantenimiento del organismo, sin excesos. La actividad física regular es importante. Sin embargo, a la hora de elegir una dieta con el objetivo de mantener el peso, hay que tener claro que no es una dieta con un plazo fijo. Una dieta que mantiene el peso debe entenderse como una reeducación dietética, y es de por vida.
Lo que suele ocurrir es que la gente quiere adelgazar rápido, utilizando dietas radicales, en las que se prohíben los grupos de alimentos enteros. Una persona que opte por una dieta con el objetivo de adelgazar, para lograr su objetivo tendrá que consumir menos calorías de las que su cuerpo consume diariamente. La persona que cumple con la dieta y alcanza su meta, luego del período de veda muestra gran ansiedad y compulsión, recuperando rápidamente los kilos perdidos, en un efecto llamado acordeón.
Por tanto, la dieta saludable, que evita fluctuaciones de peso y a través de la cual el cuerpo recibe beneficios además de la estética, estaría compuesta por todos los grupos de alimentos, cada uno en una cantidad específica y adecuada. Es importante comer más veces al día, consumiendo menos alimentos, para controlar el apetito. Cuanto más colorido sea el plato, especialmente las verduras, más saludable será.
Otro consejo importante es comer siempre despacio, masticando bien, ya que el cerebro tarda un poco en recibir la señal del cuerpo de que está saciado.
La alimentación saludable debe incluir:
– Vitaminas y minerales
– carbohidratos
– Proteínas
– Grasa (preferiblemente insaturada)
– liquidos
La actividad física aumenta el consumo de energía, es decir, calorías, y acelera el metabolismo, lo que favorece el mantenimiento del peso. Además, la actividad física hace que el cerebro libere endorfinas, una sustancia química que da una sensación de bienestar. Otro beneficio del ejercicio físico es la disminución del riesgo de padecer una variedad de enfermedades.
Cambiar el comportamiento en relación con la comida requiere persistencia, pero el resultado es un enorme aumento en la calidad de vida.
