Difteria – transmisión, síntomas, tratamiento y prevención – Enfermedades

LA difteria es una enfermedad respiratoria contagiosa infecciosa y su agente etiológico es el bacilo grampositivo, Corynebacterium diphtheriae y la toxina que produce. La toxina provoca la degeneración de los tejidos. Este bacilo se instala en las amígdalas, faringe, laringe, nariz y, a veces, en otras mucosas y en la piel. También se conoce como crup. Es transmisible de persona a persona no solo a través de las vías respiratorias, sino también a través del contacto físico. Afecta a los niños más que a los adultos. Es una enfermedad fácilmente prevenible, ya que su vacuna está en el Calendario Nacional de Vacunación.

Transmisión

Ocurre por contacto directo con personas enfermas, o con portadores asintomáticos, a través de toser, estornudar e incluso hablar. También se puede transmitir a través de lesiones cutáneas.

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Síntomas

Los síntomas comienzan con malestar, dolor de garganta, febrícula con presencia de placas de color blanco grisáceo en las amígdalas y estructuras circundantes (faringe, laringe y cavidades nasales), inflamación de los ganglios linfáticos y manchas rojizas en la piel. Con menos frecuencia, pueden aparecer placas en la conjuntiva, la piel, el conducto auditivo externo, la vulva, el pene y el cordón umbilical. En casos severos se produce un agrandamiento del cuello, que puede provocar asfixia en el paciente. Los síntomas suelen empeorar por la noche. En la difteria hipertoxica, que es maligna, el estado general se ve comprometido desde el inicio, con placas con apariencia de necrosis y cuello agrandado. En cualquier etapa de la enfermedad, también pueden ocurrir arritmias, insuficiencia cardíaca, visión doble, habla nasal, dificultad para tragar, parálisis e insuficiencia renal. La toxina producida por el bacilo puede destruir el tejido en el sitio de la infección, inhibiendo la producción de proteínas celulares. También puede causar trombocitopenia (disminución del número de plaquetas), proteinuria (producción de proteína en la orina) y, finalmente, la toxina puede asentarse en el torrente sanguíneo.

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico y se confirma examinando el cultivo en las muestras de placa del paciente.

Tratamiento

El tratamiento debe iniciarse de inmediato, incluso antes de que se confirme el diagnóstico. El paciente debe ser puesto en cuarentena y debe administrarse suero anti-toxina diftérica para neutralizar la toxina. También se pueden administrar antibióticos. Al tratarse de una enfermedad infectocontagiosa, todas las personas que han tenido contacto con el paciente deben ser evaluadas para descartar la presencia de la enfermedad en ellas.

Prevención

La prevención se realiza con una vacuna que está en el Calendario Oficial de Vacunas y que previene la difteria, el tétanos y la tos ferina. Esta vacuna debe administrarse a los dos, cuatro y seis meses de edad. Después de este período, se debe realizar una dosis de refuerzo cada diez años.

Bibliografía:

Difteria. Disponible en https://drauziovarella.com.br/crianca-2/difteria/

Difteria: síntomas, transmisión y prevención. Disponible en https://www.bio.fiocruz.br/index.php/difteria-sintomas-transmissao-e-prevencao

FUNDACIÓN NACIONAL DE SALUD. Centro Nacional de Epidemiología. Enfermedades infecciosas y parasitarias: guía de bolsillo. Brasilia, 1999. 217 p.

Qué es la difteria, síntomas, tratamiento y prevención (vacuna). Disponible en https://consultaremedios.com.br/crsaude/o-que-e-difteria-sintomas-tratamento-e-prevencao-vacina/problemas-de-saude/sua-saude

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