Diosa Isis – Mitología egipcia

La diosa Isis es una de las principales divinidades de mitología egipcia, aunque su culto trasciende las fronteras de Egipto y se extiende por todo el universo grecorromano, llegando incluso a las tierras en las que actualmente se ubica Alemania. Su veneración parece remontarse poco después del 2500 a. C., a la quinta dinastía egipcia.

Diosa Isis.  Ilustración: Vladimir Zadvinskii / Shutterstock.com

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Diosa Isis. Ilustración: Vladimir Zadvinskii / Shutterstock.com

Ella es la primogénita del dios de la Tierra, Geb, y la divinidad que gobierna el Cosmos, Nut. Su hermano Osiris se convierte en su marido, con quien concibe a Horus, dios del firmamento, embriagado de energía solar. El otro hermano, Seth, responsable de los desiertos, se convierte en el principal enemigo de la pareja.

Seth envidiaba profundamente el destino de Osiris, cuya misión era gobernar la tierra, más específicamente Egipto, y así tuvo la oportunidad de transmitir a los hombres un conocimiento precioso de la agricultura y el tratamiento de los animales. Según la mitología egipcia, Osiris es traicionado por Seth, asesinado y descuartizado por esta deidad que está asociada con la esencia del mal.

Isis, desesperada, logra reunir a todos los miembros del marido, a excepción del genital masculino, intercambiado por un órgano de oro. Ella lo resucita gracias a sus dones mágicos y su poder curativo. Poco después conciben a Horus, quien entra en revancha matando a Seth.

Isis es así, celosa con todos, sean esclavos o nobles, pecadores o santos, gobernantes o gobernados, hombres o mujeres. Cuida de todos con el mismo esfuerzo protector, la misma solicitud, ejerciendo así su naturaleza radicalmente maternal y fecunda.

Durante mucho tiempo esta diosa fue venerada como la mayor representación de la esencia maternal y la esposa perfecta, además de velar por el reino natural, por tanto, para todas las dimensiones de la existencia. También fue visto como un símbolo de lo más simple, de los que mueren y de los que nacen. Una mitología tardía atribuye a las crecidas del río Nilo, que ocurrían una vez al año, las lágrimas derramadas por Isis por la pérdida de su amado.

Año tras año, la muerte y resurrección de Osiris se recordaban en varios rituales; en Egipto, se conserva un festival llamado la Noche de las lágrimas. Tiene lugar en junio, por lo que se le conoce como el Festival Junino de Lelat-al-Nuktah.

En esta tradición, mantenida por el pueblo árabe, se resucita el vínculo de Geb y Nut, es decir, de la Tierra y el Firmamento, y la aparición de sus descendientes, que incluye a Isis y Osiris, además de sus hermanos, quienes así totalizan nueve dioses, la famosa Enéada, que la tuvo comenzando con la Divinidad creativa original.

Juntos, Isis y Osiris simbolizaron la realeza de Egipto. Ella representó el trono en el que emergió el poder real de su esposo. El culto a esta diosa fue de gran importancia en la antigüedad, especialmente en el Imperio Romano, en el que obtuvo muchos discípulos. Hoy la arqueología lo demuestra, y es posible encontrar rastros de templos y monumentos piramidales en todas partes de Roma.

En Grecia, este ritual llegó a antiguos espacios sagrados en Delos, Delfos y Eleusis, y se desarrolló particularmente en Atenas. Sus discípulos también se extendieron por los territorios galos, España, Arabia Saudita, Portugal, Irlanda y la propia Gran Bretaña.

Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Horus
http://en.wikipedia.org/wiki/Osiris
http://www.rosanevolpatto.trd.br/deusaisis.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/Ísis

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