disnea –

Molestias respiratorias (dificultad para respirar) que experimenta un paciente, ya sea que el médico lo note o no.

Causas

La disnea puede ser de origen broncopulmonar, otorrinolaringológico, neurológico, metabólico o cardíaco. Entre las causas broncopulmonares, encontramos trastornos bronquiales (asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, presencia de un cuerpo extraño o un tumor en los bronquios), trastornos pulmonares (edema agudo, infección o tumor de pulmón, embolia pulmonar, neumopatía intersticial), anomalías de la pleura (pleuresía, neumotórax) o de la caja torácica (escoliosis grave) que interfieren con el movimiento pulmonar. Las causas otorrinolaringológicas son especialmente laringitis en niños, tumores de laringe en adultos. Las causas neurológicas son principalmente el coma y ciertas enfermedades del sistema nervioso como las miopatías. Entre las causas metabólicas, puede haber una disminución de la oxigenación de los tejidos, como durante el sangrado. Por último, la disnea a veces refleja un trastorno cardíaco, en particular insuficiencia cardíaca.

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Síntomas y diagnóstico

Dependiendo de su causa, la disnea adopta formas muy diferentes. Por tanto, una bradipnea (respiración demasiado lenta), con malestar en la inspiración, suele revelar una causa laríngea; la bradipnea con malestar al espirar indica obstrucción de las vías respiratorias debido al asma y la polipnea (respiración demasiado rápida) es característica de algunas anemias. Cuando su causa es crónica, tiende a agravarse y es difícil de tratar (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, por ejemplo), la disnea siempre evoluciona de la misma manera: primero aparece solo por esfuerzos importantes, luego por esfuerzos cada vez más débiles, y en ocasiones termina. persistiendo en reposo. Pero la disnea es un signo demasiado común, con demasiadas causas, como para tener algún valor diagnóstico por sí solo. Por tanto, es necesario tener en cuenta el contexto y la exploración clínica (dolor torácico, fiebre, etc.), a veces complementado con una radiografía de tórax y un electrocardiograma.

Evolución y tratamiento

La evolución de la disnea depende de su causa, tanto por su gravedad (que va desde una simple molestia a la práctica de determinados deportes, para sujetos asmáticos, hasta una amenaza inmediata para la vida, en determinados casos de embolia pulmonar) como por su duración (unas pocas horas para laringitis infantil, a veces décadas para bronquitis crónica). El tratamiento también es muy variable: antibióticos para una infección pulmonar bacteriana, broncodilatadores para el asma, abandono del hábito tabáquico para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, etc.

Ver : asma, obstrucción pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, disnea de Cheyne-Stokes, flujo ventilatorio, taquipnea.

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