Written by O edema cerebral es una respuesta del cuerpo a varios tipos de lesiones, también se considera una hinchazón de una región del cerebro o de todo el cerebro que resulta de la acumulación de líquidos en el tejido aumentando el volumen y consecuentemente la presión intracraneal. Existen diferentes tipos de edemas, incluidos los cerebrales celulares, los vasogénicos cerebrales y los osmóticos cerebrales. El edema cerebral celular, también llamado edema cerebral citotóxico, corresponde a la retención de líquidos en el interior de las células cerebrales debido a anomalías del metabolismo celular y suele estar provocado por isquemia cerebral, hipotermia, paro cardíaco o traumatismo craneoencefálico. En el edema cerebral vasogénico, el líquido no se acumula dentro de la célula, pero en las proximidades de las células, esta forma de edema a menudo coexiste con edema citotóxico y en general resulta de trauma, hipertensión, tumores y en algunos casos por disminución de la oxigenación cerebral altitudes muy elevadas. El edema osmótico se debe a la hiperhidratación, en este caso el cuerpo absorbe mucha más agua de la necesaria, favoreciendo esta acumulación, es común la aparición de estos problemas en gastroenteritis, algunos problemas mentales y la práctica de actividades físicas intensas.
Debido al aumento de la presión intracraneal, los síntomas pueden ser diferentes. El dolor de cabeza afecta a todo el cráneo y también pueden aparecer síntomas como mareos, entumecimiento, alteraciones visuales, vómitos, edema pupilar, confusión mental, convulsiones, pérdida de fuerza muscular e incluso coma. En el recién nacido, cuya calcificación ósea no es completa, también puede haber un aumento del diámetro de la cabeza debido al agrandamiento de las partes blandas aún no calcificadas, regiones que popularmente se conocen como molares.
Como la mayoría de patologías, la existencia de edema cerebral detectado precozmente reduce el riesgo de secuelas y favorece el pronóstico. El tratamiento se basa en fármacos capaces de reducir la acumulación de líquidos como diuréticos y corticosteroides, antihipertensivos, antiinflamatorios, algunos casos de barbitúricos y otros medicamentos que favorecen el metabolismo cerebral y la circulación sanguínea. Las terapias como la hiperventilación y la hipotermia controlada ayudan a suministrar más oxígeno al cerebro, reduciendo así las demandas metabólicas. Si el paciente tiene dolor o convulsiones, se pueden usar otros medicamentos para reducir o extinguir estos síntomas. En los casos de enfermedades que den lugar a edema cerebral, estas primero deben ser tratadas para su efectividad terapéutica, de lo contrario el paciente seguirá presentando síntomas.
La identificación correcta y precoz del problema es fundamental para que la asistencia brindada al paciente sea efectivamente efectiva, el retraso en la búsqueda de atención médica especializada puede aumentar las posibilidades de daño causado por el edema y provocar secuelas irreversibles en el tejido nervioso. Las complicaciones involucran secuelas permanentes o invalidantes, provocando deterioro en la cognición, como dificultades de aprendizaje y retraso en el desarrollo, generando además cambios en la personalidad del paciente, debilidad, parálisis muscular, inconsciencia y coma. El aumento de volumen cerebral también puede provocar el desplazamiento de las zonas afectadas dando lugar a hernias intracraneales, que en este caso pueden ser mortales.
Es fundamental que todo paciente con edema cerebral deba tener su tratamiento orientado a solucionar la patología de base, el buen manejo del paciente es de vital importancia, asegurando así unos resultados clínicos adecuados.
Bibliografía:
ABCMED, 2014. ¿Qué debemos saber sobre el edema cerebral?. Disponible en:
Muxfeldt, P. 2017. “Edema cerebral: tipos y causas” CCM Saúde, expediente nº19741, Disponible en: https://saude.ccm.net/faq/4569-edema-cerebral-tipos-e-causas Acceso en: 27 / 19/11
