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Invasión de los alvéolos pulmonares por plasma sanguíneo que ha atravesado la pared de los capilares (vasos pequeños).
El edema pulmonar es la principal manifestación clínica de la insuficiencia cardíaca izquierda.
1. Causas del edema pulmonar
Normalmente, el sistema circulatorio permite el intercambio de agua y nutrientes entre la sangre y los tejidos a través de la pared del vaso, mediante un sutil equilibrio entre las fuerzas de presión hidrostática (que tienden a expulsar los fluidos del vaso) y las de presión oncótica (ligadas a proteínas, que tienden a retener líquidos dentro del vaso), ocurriendo en la dirección opuesta.
La insuficiencia cardíaca del lado izquierdo causa anomalías en la circulación sanguínea (flujo, presión, velocidad, etc.) y el corazón que falla no puede proporcionar suficiente flujo para cubrir, en reposo o durante el esfuerzo, las necesidades del cuerpo. Luego, la sangre se acumula en la circulación pulmonar, donde provoca un aumento de la presión en los vasos pulmonares y una fuga de plasma a los alvéolos pulmonares. Por lo tanto, estos últimos se inundan gradualmente y ya no puede tener lugar la oxigenación normal de la sangre por los pulmones.
El edema pulmonar es, con mayor frecuencia, de origen hemodinámico, vinculado a un aumento de la presión en la circulación pulmonar. Esto puede deberse a un mal funcionamiento del corazón, a un brote de hipertensión arterial sistémica (→ hipertensión arterial pulmonar), o incluso a una hipervolemia (aumento del volumen sanguíneo). Mucho más raramente, el edema pulmonar puede deberse a una alteración en la permeabilidad de los capilares pulmonares por agentes infecciosos (virus de la influenza, ciertas bacterias) o tóxicos.
2. Síntomas y signos de edema pulmonar
En el edema pulmonar agudo, el paciente experimenta repentinamente una falta de aire severa que lo obliga a sentarse o pararse (ortopnea), así como tos, a veces acompañada de un esputo espumoso rosado característico. La aparición más o menos rápida de los signos (edema subagudo) depende del curso de la insuficiencia ventricular izquierda.
3. Diagnóstico de edema pulmonar
La auscultación del corazón indica taquicardia (aceleración de la frecuencia cardíaca), la de los pulmones estertores secos, llamados crepitantes, predominantemente en las bases. Otros signos de insuficiencia cardíaca periférica (aumento del tamaño del hígado, turgencia de las venas yugulares) son más raros, y el edema pulmonar se produce especialmente cuando la insuficiencia ventricular izquierda aún no se ha complicado por insuficiencia ventricular derecha.
La radiografía de tórax muestra una gran sobrecarga cardíaca y vascular en los pulmones, lo que provoca un aumento del diámetro de las arterias pulmonares y la existencia de opacidades características.
El análisis de los gases en sangre arterial indica una disminución simultánea en el contenido de oxígeno y dióxido de carbono. La electrocardiografía confirma la taquicardia; puede señalar el origen de la enfermedad y destacar un factor desencadenante, como un trastorno del ritmo (→ arritmia cardíaca). Finalmente, la ecocardiografía demuestra la existencia de daño cardíaco y especifica el tipo. Asociado al Doppler cardíaco, permite especificar las presiones predominantes en la circulación pulmonar.
4. Tratamiento del edema pulmonar
Los diuréticos y / o vasodilatadores intravenosos, especialmente los venosos, tratan los síntomas y provocan una rápida disminución de la presión en la circulación pulmonar. Reemplazaron el histórico «sangrado». La oxigenación mejorada se logra inhalando oxígeno mediante una sonda o mascarilla (→ oxigenoterapia) y la corrección de la caída del gasto cardíaco se trata con fármacos cardíacos.
El tratamiento básico es el de la enfermedad en cuestión y debe realizarse siempre que sea posible (normalización de la hipertensión arterial, por ejemplo).
