Comedia de Molière, en 3 actos, en prosa (1671).
En contra del consejo de su padre Argante, el joven Octave se casó en secreto con Hyacinthe. Y el joven Léandre, hijo de Géronte, se lió con una egipcia, Zerbinette. Asustados por la dificultad de la situación en la que se encuentran, piden su ayuda al ayuda de cámara Scapin. Este astuto zorro engaña a Argante uno tras otro, sacándole doscientas pistolas bajo la amenaza de un cómplice disfrazado de espadachín, y a Géronte, sacándole quinientas coronas con el pretexto de que Léandre ha sido secuestrado por los turcos que lo han aprisionado en su barca. » ¿Qué diablos iba a hacer él en este lío? », sigue repitiendo el viejo avaro.
Pero es el turno de Scapin de quedar atrapado, porque sus «engaños» salen a la luz. Afortunadamente, todo sale bien. La joven egipcia resulta ser hija de Argante, desaparecido en el pasado, y nada se interpone en el camino de dos uniones conformes tanto a los sentimientos de los amantes como a los deseos de los dos padres.
“¿Qué diablos iba a hacer él en este lío? es la línea más famosa de la obra. Sin embargo, está tomado prestado, excepto por una palabra, de la obra de Cyrano de Bergerac, El pedante jugó. Al reelaborarlo y repetirlo, Molière le da mayor fuerza cómica. Engaño de Scapin constituyen un alegre regreso a la puro relleno, que puede haber sorprendido a los partidarios de un Molière más profundo y ambicioso. Boileau dijo: «En esta bolsa ridícula en la que se envuelve Scapin, ya no reconozco al autor del Misántropo». Una observación que es tanto más discutible cuanto que no es Scapin el que está encerrado en un saco sino Géronte, engañado y golpeado por Scapin.