Written by Enfermedades que se transmiten a los seres humanos por ingestión o por contacto con agua y alimentos que contienen sustancias químicas tóxicas, toxinas, virus, bacterias o parásitos.
Las enfermedades causadas por alimentos o agua contaminados son quizás el problema de salud pública más prevalente en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en desarrollo.
Las amenazas a la seguridad alimentaria surgen de una compleja cadena de factores como la contaminación ambiental e industrial, las prácticas agrícolas, las prácticas de producción de alimentos, así como las prácticas culturales como el consumo de productos alimenticios crudos o poco cocidos.
Campañas mediáticas recientes en torno a los priones y las «vacas locas» (encefalopatía espongiforme bovina o EEB), el descubrimiento de dioxinas y otros contaminantes químicos como el piraleno en pollos o peces, el uso de antibióticos en la alimentación animal y la aparición de organismos modificados genéticamente (OMG). ) han contribuido a aumentar la preocupación por la seguridad alimentaria.
Signos y síntomas
Estas enfermedades se deben con mayor frecuencia a la falta de higiene fecal y provocan diarrea con o sin fiebre.
Sin embargo, los síntomas son muy diversos. Van desde un simple malestar gastrointestinal hasta náuseas, vómitos, dolor intestinal intenso con diarrea y, a menudo, fiebre (salmonelosis, infecciones virales o toxinas). Pero también pueden presentarse con sepsis (listeriosis) o signos neurológicos (ciguatera, botulismo). Otras son simples infestaciones con raras veces signos clínicos; sin embargo, pueden presentar un riesgo para la salud como en el caso de una mujer embarazada contaminada con toxoplasmas.
La gravedad de los signos depende del paciente, el agente causal y la cantidad de alimentos contaminados ingeridos. La hospitalización puede ser necesaria, los casos graves pueden poner en peligro la vida.
Causas principales
Las causas más comunes de enfermedades transmitidas por el agua y los alimentos son las bacterias, los virus o los parásitos. También pueden estar implicados contaminantes químicos y toxinas, que no son infecciosos.
Agentes no infecciosos: metales pesados (mercurio, cadmio, cobre, plomo, zinc, etc.); varios productos químicos de la contaminación ambiental (dioxinas, etc.); toxinas acumuladas en crustáceos y peces (ciguatera); micotoxinas (aflatoxinas, etc.); toxinas de cianobacterias o algas azules; toxinas acumuladas en los productos alimenticios debido a una preparación inadecuada o un almacenamiento inadecuado que conduce a la proliferación de Staphylococcus aureus, de Clostridium botulinum (botulismo) o Bacillus cereus.
Agentes infecciosos: bacterias (salmonelosis, shigelosis, fiebre tifoidea, infecciones con Campylobacter, Escherichia coli, Helicobacter pylori, Yersinia enterocolitica, cólera, brucelosis, listeriosis); virus (hepatitis A y E, infecciones por el virus Norwalk y otros norovirus, infecciones por rotavirus); parásitos (criptosporidiosis y otras coccidiosis, amebosis, giardiosis, toxoplasmosis, tenia [ver solitaire], ambosriocefalosis, distomatosis, equinococosis).
Ver : enfermedades transmitidas por animales.
