Comedia en 5 actos y en verso de Molière (1662).
El viejo Arnolphe acogió a una joven pobre, Agnès, y la apartó de la sociedad, no por razones generosas, sino para convertirla en una esposa a quien el aislamiento en compañía de tutores hubiera preservado de los vicios y del contacto con otros hombres.
Cuando visita a Agnès y le pregunta qué pasó, ella responde: El pequeño gato está muerto. lo que parece revelar su ingenuidad e ignorancia de los asuntos mundanos. Pero un joven, Horace, logró darse a conocer a Agnès. Arnolphe se entera por el propio Horace, quien no sabe que el anciano es el encargado de encerrar a la joven de la que está enamorado. Arnolphe le quita todo a Horace y, al enterarse de que se está preparando un secuestro, hace que sus sirvientes golpeen al joven. Espera acelerar los acontecimientos y le anuncia a Agnès que se va a casar.
Ella cree que le están ofreciendo casarse con Horace, pero es Arnolphe quien se anuncia como el esposo del contrato que se firmará el mismo día. Él le lee muy restrictivo. Máximas de la mujer casada que escribió para ella! Ella se niega y resiste, a pesar de las amenazas de Arnolphe que habla de enclaustrarla en un convento.
El viejo celoso no triunfará. El padre de Agnès, que había perdido a su hija, la encuentra y se la entrega al joven al que estaba destinada: era precisamente Horace. El amor gana y Arnolphe se queda solo.
El carácter atrevido o ambiguo de ciertas respuestas (“Ella tenía mucho dolor y vino a preguntarme / Con una inocencia sin igual / Si los niños que hacemos los hicimos de oreja”) así como la osadía del mensaje escandalizó a parte del público Pero Molière había alcanzado allí un alto grado de perfección, dando nuevas vibraciones al viejo tema del conflicto entre los barbas azules y los jóvenes.
A los reproches de Donneau de Visé y Boursault sobre su ignorancia de las reglas, su rudeza, incluso su impiedad, Molière respondió con la Crítica de la Escuela de Mujeres y con el Impromptu de Versalles (1663).