Esquistosomiasis: causas, síntomas, tratamiento y prevención

LA esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria infecciosa causada por gusanos planos del género Esquistosoma. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esquistosomiasis es la segunda enfermedad parasitaria con mayor impacto socioeconómico en el mundo después de la malaria, que infecta a cientos de millones de personas.

Los gusanos Esquistosoma se asocian a ambientes húmedos donde hay caracoles y aguas residuales contaminadas con sus huevos. Sus larvas pueden penetrar la epidermis y migrar al cuerpo a través del torrente sanguíneo. En los primeros tres días después del contacto con las larvas, el huésped puede experimentar dermatitis y picazón en los lugares donde las larvas han penetrado (generalmente pies y piernas). Después de este período, la infección puede no causar síntomas, especialmente cuando la carga parasitaria es baja. Los gusanos adultos pueden tardar meses o incluso años en llegar a una población lo suficientemente grande como para comenzar a causar síntomas. Los huéspedes actúan como transmisores y diseminadores de los huevos durante mucho tiempo hasta que se dan cuenta de que están infectados. Por esta razón, este gusano es tan frecuente en poblaciones de regiones desatendidas sin acceso a servicios básicos de saneamiento.

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Ciclo de vida del parásito causante de la esquistosomiasis. Ilustración: Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES) [traduzido por ]

En sus etapas crónicas, la esquistosomiasis puede afectar principalmente al intestino y al hígado. Cuando hay una gran acumulación de huevos en la mucosa intestinal, la esquistosomiasis causa retocolitis, que es una inflamación del intestino y el recto. Esto puede provocar diarrea, dolor al defecar, sangrado, calambres y fiebre. Dado que los huevos también pueden depositarse en el hígado, la esquistosomiasis puede provocar otros síntomas, como malestar después de las comidas, flatulencia, mala digestión y, en casos graves, agrandamiento del hígado y el bazo. La forma más grave de esquistosomiasis crónica es la hepatoesplénica, caracterizada por fibrosis de la circulación portal del hígado. En esta situación se produce una ascitis evidente, con dilatación abdominal provocada por la acumulación de líquidos, la denominada “panza de agua”. El edema esofagogástrico y las venas varicosas pueden causar sangrado y problemas de coagulación que provocan la muerte del huésped.

El diagnóstico de esquistosomiasis se puede realizar incluso en la fase asintomática, con la detección de huevos en muestras de heces. Un procedimiento clásico utilizado es el método de Lutz, donde las heces del paciente se disuelven en agua y se filtran a través de una pantalla en una taza de sedimentación. Pasado un tiempo, los huevos (más densos) se acumulan en el fondo de los mismos, permitiendo su observación e identificación en análisis microscópico.

Una vez identificado, el tratamiento implica el uso de medicamentos que debilitan al parásito adulto y desalojan las venas mesentéricas. El prazicuantel y la oxamniquina se utilizan para estos fines. Por tanto, se espera que las reacciones inmunológicas eliminen los parásitos adultos. El paciente debe ser monitoreado regularmente con pruebas para detectar la presencia de huevos en las heces.

Las medidas de prevención incluyen el tratamiento de pacientes sintomáticos o la medicación de poblaciones en lugares donde la enfermedad es endémica de manera preventiva. Además, también es importante el seguimiento de la población de moluscos en las proximidades de los cuerpos de agua utilizados con fines recreativos o para el consumo. Es fundamental educar e informar a las personas sobre el ciclo de vida del parásito y los hábitos de exposición al riesgo. Finalmente, luchar con el gobierno por la implementación de un sistema eficiente de recolección y tratamiento de aguas residuales.

Mientras que la Schistosoma mansoni es la especie que más comúnmente causa la esquistosomiasis en los países de América Latina (incluido Brasil) hay al menos 3 especies más de Esquistosoma que solo ocurren en Asia y otras 3 que son endémicas de África. La esquistosomiasis causó alrededor de 200.000 muertes solo en 2014 en todo el mundo, a pesar de ser una enfermedad con métodos de tratamiento y prevención bien establecidos. Su erradicación requiere alinear los intereses políticos y económicos que protegen a las poblaciones pobres en riesgo.

Referencias:

Caldas, IR, Campi-Azevedo, AC, Oliveira, LFA, Silveira, AMS, Oliveira, RC y Gazzinelli, G., 2008. Esquistosomiasis mansoni humana: respuestas inmunitarias durante las fases aguda y crónica de la infección. Acto trópico, 108(2-3), págs. 109-117.

Katz, N. y Almeida, K., 2003. Esquistosomiasis, esquistos, panza de agua. Ciencia y cultura, 55(1), págs. 38-43.

Kheir, MM, Eltoum, IA, Saad, AM, Ali, MM, Baraka, OZ y Homeida, MM, 1999. Mortalidad por esquistosomiasis mansoni: un estudio de campo en Sudán. La revista americana de medicina e higiene tropical, 60(2), páginas 307-310.

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