El estructuralismo fue un movimiento intelectual que contribuyó a la revolución científica de la filosofía y las humanidades. Fue inaugurado en el siglo XX por el teórico lingüista Ferdinand de Saussure (1857-1913).

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La génesis del estructuralismo sostiene que la actividad humana y todo lo que de ella proviene se construye. La corriente considera que ni siquiera el pensamiento y la percepción son naturales.

La actividad humana, en el estructuralismo, está cargada de significado como consecuencia del sistema de lenguaje que operamos.

Esta comprensión resulta del hecho de que el pensamiento se deriva de la semiótica o semiología, de las cuales el estructuralismo es un método de estudio.

Estructuralismo en lingüística

Desde la perspectiva del estructuralismo, Saussure analiza la lingüística desde cuatro puntos opuestos y complementarios. Por eso se les llama dicotomía. Son ellos:

  • Diacronía x sincronía
  • lenguaje x habla
  • significado x significativo
  • Paradigma x sintagma

Para Saussure, el lenguaje no es más que un complejo sistema de signos destinado a expresar ideas. Para manifestarse, el lenguaje obedece a reglas que determinan cómo se aplicará.

A partir del estructuralismo, las ciencias humanas pudieron crear métodos específicos para sus respectivos objetos de estudio. Permanecen con la idea de la ley científica, pero no están atados a las definiciones mecánicas de causa y efecto.

El estructuralismo también permitió la transformación de las ciencias humanas a través del método estructural y el método estructural.

Estructuralismo en psicología

La psicología se convirtió en un campo disociado de la filosofía tras la influencia del estructuralismo.

El fundador de los estudios psicológicos a través del prisma del estructuralismo fue Wilhelm Wundt (1832 – 1920). Entre los eruditos destacados del pensamiento estructuralista en psicología se encontraba Edward Titchener (1867-1927).

La psicología estructuralista señala que la experiencia debe analizarse como un hecho, sin analizar el significado o el valor.

Su principal base de estudios se centró en los elementos mismos, y creía que la psicología debe buscar descubrir la naturaleza de las experiencias conscientes elementales, para determinar su estructura, a través del análisis de las partes que las forman.

Esta experiencia consciente, según Titchener, depende del individuo que la vive, diferenciándose de la estudiada por científicos de otras áreas. Por ejemplo, tanto Física como Psicología son capaces de estudiar luz o sonido, sin embargo, cada profesional tendrá diferentes orientaciones, métodos y objetivos.

Los físicos examinan los fenómenos desde el punto de vista de los procesos físicos involucrados, mientras que los psicólogos analizan los mismos fenómenos a partir de la experiencia y observación personal de quienes los experimentan. Las otras ciencias no dependen de la experiencia personal del sujeto que observa algún fenómeno, ni de su descripción de los sentimientos involucrados. Simplemente observan e informan los resultados.

Un ejemplo de física citado por Titchener es el hecho de que una habitación puede estar a una temperatura de 30 ° C, independientemente de que alguien en esta habitación pueda sentirla o no. En este caso, incluso si no hay nadie en la habitación, la temperatura será la misma. En el enfoque de la psicología, si hay un sujeto como observador en esta sala, puede informar que siente calor incómodo o no, dependiendo de sus experiencias con la sensación de calor.

Así, la psicología, todavía según Titchener, debe tener como objeto de estudio la experiencia consciente del individuo, frente a las diversas situaciones a las que está expuesto.

en tu libro Un libro de texto de psicología, Titchener cita que “Todo el conocimiento humano se deriva de las experiencias humanas, no hay otra fuente de conocimiento”. A partir de esta afirmación, podemos concluir que toda la experiencia humana puede ser analizada desde diferentes puntos de vista, ninguno de ellos necesariamente es incorrecto, ya que cada individuo tiene sus propias experiencias y, por tanto, su propio repertorio de conocimientos.

Cuando estudió la experiencia consciente, Titchener advirtió de la posibilidad de un error, al que llamó error de estímulo, que crea confusión entre el objeto de observación y el proceso mental involucrado. Por ejemplo, si le mostramos a alguien una manzana y le pedimos que describa lo que ve, lo más probable es que diga que es una manzana, sin describir sus características como el color, la forma y el brillo.

Esta falta de descripción de los elementos componentes de la manzana es lo que Titchener llamó un error de estímulo, ya que las características se dejaron de lado en favor de la descripción más simple y familiar. En este caso, el observador está interpretando el objeto y no analizándolo.

Titchener definió la conciencia como la suma de experiencias existentes en un momento dado y la mente como la suma de experiencias acumuladas a lo largo del tiempo. Para él, el único objetivo legítimo de la psicología debería ser descubrir los hechos estructurales de la mente y estudiarlos.

Estructuralismo en antropología

El principal estudioso del funcionalismo en antropología fue Claude Lévi-Strauss (1908-2009). El antropólogo señaló que las estructuras culturales son productos de la mente humana.

El estructuralismo en antropología demostró que las sociedades consideradas primitivas no representan una etapa atrasada en la historia humana. Este fue el producto del pensamiento positivista.

En antropología, el estructuralismo permitió relativizar el pensamiento y comprender que la forma en que se organizan las sociedades depende de las estructuras culturales.

Estructuralismo en sociología

Como su nombre lo indica, desde el punto de vista estructuralista, la noción de estructura social ocupa un lugar central. Los estructuralistas parten de la idea de que los conceptos, actos o fenómenos no pueden entenderse de forma aislada. En sí mismos, considerados como unidades singulares, no tienen significados que puedan ser aprehendidos por los científicos sociales. Así, las cosas deben entenderse en su interrelación con el marco general de los sistemas a los que pertenecen, es decir, cuyas estructuras son componentes no autónomos. Esta posición pretende, entre otras intenciones y diálogos teóricos, revisar los dualismos que plantea el positivismo, retomando la unidad entre los campos de lo subjetivo y lo objetivo, el individuo y la sociedad, el sujeto y el objeto de estudio.

El estructuralismo se difundió en Antropología a partir de la obra de Claude Lévis-Strauss (1808-2009), pero se presentó como una propuesta para todos los campos de las humanidades. Inspirado en el trabajo de Ferdinand de Saussure en el campo de la lingüística, Lévis-Strauss definió la estructura como un sistema de elementos interdependientes, lo que significa que la modificación de un elemento afectaría a todos los demás. En consecuencia, sería necesario desarrollar modelos de teoría social que sean capaces de investigar realidades a partir de la complejidad de las estructuras en cuestión.

Para Lévis-Strauss, existiría una cierta unidad psíquica común a todos los grupos humanos, lo que explicaría la significativa repetición de un conjunto de principios en diferentes culturas y trasfondos sociales. El antropólogo francés fue un gran estudioso de las sociedades indígenas asentadas en suelo brasileño. Al observar sistemáticamente estas etnias, Lévis-Strauss llegó a la formulación de que, aunque fueran muy diferentes entre sí, e incluso más diferentes de las sociedades europeas, por ejemplo, habría elementos similares compartidos por todos estos grupos humanos. Un elemento que a menudo se cita como constante en diferentes culturas es el rechazo del incesto como práctica para formar parentesco.

Es importante señalar que la noción de estructura social no es exclusiva del estructuralismo. Aparece en autores que preceden a esta corriente epistemológica y también puede ser movilizado por autores que no necesariamente siguen los principios del estructuralismo. Sin embargo, muchos autores fueron influenciados por el estructuralismo, acogiendo plenamente sus principios teóricos, incorporándolos parcialmente o incluso trazando sus teorías a partir de un diálogo directo de crítica a estos principios, buscando superarlos. Es en el último caso, de relativa ruptura, donde los autores se ven gravados como postestructuralistas.

Aquí hemos dado mayor énfasis al desarrollo del estructuralismo en las Ciencias Sociales y, más específicamente, en la Antropología. Sin embargo, cabe señalar que el estructuralismo se presenta como una posición epistemológica de gran relevancia también en otros campos del conocimiento, como la filosofía y la psicología. Además, entre los diferentes autores clasificados como estructuralistas, encontramos una gran diversidad de perspectivas. Es un tema muy complejo, pero de fundamental importancia para quienes deseen ser incluidos en los debates más profundos sobre las posibilidades de conocer y comprender la realidad social.

Fenomenología

La fenomenología es una corriente filosófica basada en el pensamiento de que la realidad está formada por fenómenos y cómo se comprenden en la conciencia humana.

La realidad, la fenomenología, presta atención al hecho de que la realidad no es producida por elementos independientes de la conciencia humana.

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