Eudicotiledóneas – Plantas – Biología

A eudicotiledóneas están formadas por unas 200.000 especies de plantas. Este grupo incluye árboles, arbustos y muchas hierbas, como ipe amarillo, frijoles, soja y cactus. Estas plantas pertenecían al grupo de dicotiledóneas, pero los análisis filogenéticos lo desmembraron por no ser monofilético. Como resultado, la mayoría de las especies fueron clasificadas como eudicotiledóneas (el prefijo «eu» significa «verdadero»). Las plantas restantes tienen características más primitivas, por lo que la mayoría de ellas se incorporaron al grupo de los magnólidos, que incluye la familia del laurel, el pimiento, el pavo y la magnolia.

A pesar de la gran diversidad morfológica, la mayoría de las especies tienen ciertas características que son importantes para la identificación de los individuos de este grupo. Uno de los más acentuados es la presencia de dos cotiledones dentro de sus semillas. El cotiledón es la primera hoja de un embrión y puede comportarse como un órgano de reserva, un órgano fotosintético o tener una función de absorción. En muchos eudicots, la mayoría de las reservas ubicadas en el endospermo se absorben durante el desarrollo del embrión. Por lo tanto, estas especies tienen cotiledones grandes y carnosos con una función de almacenamiento de nutrientes, que serán utilizados por el embrión durante la germinación. Sin embargo, existen eudicotiledóneas que tienen una gran cantidad de endospermo, como en el caso del ricino. Para esta especie, los cotiledones son delgados y membranosos. Estos cotiledones actúan para absorber las reservas del endospermo, durante la reanudación del crecimiento embrionario.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Las nervaduras de las hojas están formadas principalmente por los tejidos conductores, el xilema y el floema, y ​​tienen un patrón de distribución. En las eudicotiledóneas, las hojas suelen estar reticuladas, es decir, las nervaduras se ramifican para formar una red (Figura 1).

Figura 1 – Hojas de ciruelo, eudicotiledóneas. Observe la distribución de las costillas. Foto: Tim UR / Shutterstock.com

En relación al sistema radicular, en estas plantas suelen ser del tipo pivotante o axial (Figura 2). En este sistema, existe una raíz primaria o primaria muy desarrollada, que destaca por sus ramificaciones. Esta raíz puede penetrar profundamente en el suelo, y a partir de ella se forman las raíces laterales, que también se ramifican.

Figura 2 – Tomate, planta con sistema radicular del tipo pivotante. Foto: Ailisa / Shutterstock.com

En el tallo de la mayoría de las eudicotiledóneas, los haces vasculares se pueden distribuir de dos formas: aparecen como un cilindro hueco, casi continuo al tejido fundamental, o los haces aparecen como un cilindro de hebras aisladas, separadas por el tejido fundamental (Figura 3). ). En estas plantas, se produce el crecimiento del tallo en grosor, llamado crecimiento secundario. Los tejidos responsables de este crecimiento son los meristemos laterales denominados intercambio vascular y felógeno.

Figura 3 – Corte transversal del tallo de un eudicotiledóneo. Observe la distribución de los haces vasculares por el tejido fundamental. Foto: Mike Rosecope / Shutterstock.com

Las flores suelen ser tetrámeros o pentámeros, es decir, sus partes están compuestas por múltiples números de cuatro o cinco (ej: cuatro estambres, cuatro u ocho pétalos, etc.) (Figura 4). Este valor se suele mantener en el número de pétalos y sépalos, y el número de estambres y carpelos tiende a sufrir una mayor variación. Los granos de polen en las eudicotiledóneas suelen estar trisulcados, es decir, tienen tres aberturas.

Figura 4 – Flores de plantas eudicotiledóneas. (A) Flor de hibisco, que tiene un patrón de pentámero. (B) Flor de rábano, que tiene un patrón de tetrámero. Fotos: Byron Ortiz (A), Saengtong (B) / Shutterstock.com

Referencias bibliográficas:

Cuervo, P.; Evert, RF y Eichhorn, SE 2007. Biología vegetal. 7ª ed. Río de Janeiro: Guanabara Koogan, 830 p.

Souza, LA 2009. Morfología y anatomía vegetal: células, tejidos, órganos y plántula. Ponta Grossa: Ed. UEPG, 259 p.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *