Evidencia de Evolución – Biología

La teoría de la evolución postula que todas las formas de vida que conocemos hoy en día surgieron del proceso de descendencia con modificación del mismo ancestro común. Aunque siempre ha habido mucha controversia en torno a esta teoría, hoy en día está respaldada por mucha evidencia. Veamos algunos de ellos a continuación:

fósiles

El registro fósil es una fuente importante de evidencia de evolución. Comparando las características de los organismos actuales con los que vivieron en el pasado, es posible verificar que se produjeron cambios evolutivos en diferentes organismos y que muchas especies se extinguieron. Además, el registro fósil demuestra el origen de la mayoría de los nuevos grupos de organismos.

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Los fósiles muestran la evolución del hombre. Foto: Puwadol Jaturawutthichai / Shutterstock.com

observaciones directas

Si bien la evolución a menudo se asocia con cambios importantes que tuvieron lugar durante largos períodos de tiempo, como la aparición de nuevos grupos de organismos, no es un proceso que ocurrió solo en el pasado y no podemos observarlo. Los seres vivos continúan evolucionando incluso si no podemos observarlos directamente. En su escala más pequeña, la evolución consiste en cambiar la frecuencia de los alelos en las poblaciones a lo largo de generaciones, y existen varios estudios genéticos que demuestran que estos cambios continúan ocurriendo.

La evolución de la resistencia en bacterias como resultado del uso indiscriminado de antibióticos es un ejemplo clásico que demuestra el funcionamiento de la selección natural. El proceso de selección artificial, que ha sido llevado a cabo durante miles de años por los humanos en la agricultura, por ejemplo, es también una forma de observar la evolución experimentalmente.

evidencia anatómica

Las similitudes que podemos observar entre diferentes tipos de organismos también son evidencia de la teoría de la evolución. Las estructuras análogas, que tienen orígenes embrionarios diferentes pero realizan funciones similares, son claros ejemplos de que presiones selectivas similares son capaces de producir adaptaciones similares. Las alas de los pájaros y los insectos, por ejemplo, son análogas.

Por otro lado, las estructuras homólogas, que son aquellas que tienen el mismo origen embrionario pero realizan funciones diferentes, son evidencia de ascendencia común. Un ejemplo de este tipo de estructura son las extremidades de los tetrápodos.

Las especies de diferentes animales tienen grandes similitudes, lo que demuestra que hubo un ancestro común a todos ellos. Ilustración: Usagi-P / Shutterstock.com

Otra fuente de evidencia son las estructuras vestigiales, es decir, estructuras que tienen poca o ninguna importancia para un organismo. Y la teoría de la evolución es la que mejor explica la existencia de tales características, que serían restos de estructuras que tuvieron importantes funciones en los organismos ancestrales.

evidencia molecular

A nivel molecular, el hecho de que todos los seres vivos utilicen el mismo código genético representa una prueba más de que la vida en la Tierra evolucionó a partir de un único antepasado. Además, la molécula de ATP como fuente de energía es utilizada por todas las formas de vida existentes.

Referencias:

Reece, Jane B. et al. Campbell Biología. 10ª Edición. Porto Alegre: Artmed. 2015

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