Falacia de la composición – Filosofía

LA falacia de composición (falacia de la composición, en inglés) es un ejemplo de una falacia de ambigüedad y, por tanto, una especie de falacia no formal. Ocurre cuando, en una discusión, uno de los involucrados en una discusión toma el todo por la parte, es decir, asume que si algunas partes de un todo tienen una determinada característica, el todo necesariamente tiene la misma característica. Por ejemplo, si todas las partes de una máquina son livianas, entonces esta máquina es una máquina liviana. Este argumento es falaz porque claramente se puede tener una máquina pesada precisamente porque tiene un número considerable de partes livianas. Otro ejemplo de un posible argumento para este tipo de falacia es que si todos los miembros de un grupo dado tienen una cierta cualidad, el grupo tiene esa cualidad. Por ejemplo, si todos los ciudadanos alemanes pagan todas sus deudas, Alemania paga todas sus deudas.

La falacia de los ejemplos anteriores es clara. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la falacia de composición, así como cualquier otra falacia, no siempre parece tan fácilmente identificable. Tome el siguiente ejemplo: cada uno de los soldados está debidamente preparado para la batalla. En consecuencia, el batallón está debidamente preparado para la batalla. Al principio, es común creer que si cada individuo está listo para la batalla, está preparado para luchar en grupo. Sin embargo, este modo de reflexión no considera elementos propios del trabajo en equipo necesarios para una batalla pero que no son de cada soldado individualmente, como la organización del grupo, las estrategias de combate y la división de tareas entre los miembros del batallón.

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Para comprender mejor la naturaleza de la falacia de la composición, podemos recurrir a ejemplos más cercanos a las discusiones cotidianas. Vea el siguiente ejemplo:

Todos los jugadores seleccionados para la final que jugará Flamengo son excelentes jugadores. Pronto, el equipo está en excelentes condiciones para el partido.

En el argumento anterior, el hecho de que cada jugador sea excelente se traslada a todo el equipo, para considerar que si cada uno está bien preparado, el equipo en su conjunto está bien preparado. Sin embargo, esta creencia puede no ser cierta, considerando que el equipo puede ser dirigido por un mal entrenador o que cada jugador no tiene la debida relación con los demás. Este caso es el mismo que el ejemplo de batallón presentado en el párrafo anterior.

Sin embargo, es importante enfatizar que tales afirmaciones pueden ser ciertas, es decir, que de hecho un equipo o batallón puede estar bien preparado debido a que los jugadores y soldados están bien preparados. Es esta posibilidad la que hace de la falacia de composición una falacia no formal, es decir, es a través del análisis de su contenido que es posible identificar si es o no una falacia y no a través del análisis de su mera forma.

La falacia de la composición va de la mano de su inversa, la falacia de la división (falacia de la división, en inglés), que consiste en su opuesto exacto, es decir, establece que si un todo tiene una determinada característica, entonces todas sus partes tienen la misma característica. La inversa de uno de los ejemplos mencionados en el primer párrafo puede usarse como ejemplo de esta falacia, la creencia de que si una máquina es pesada, entonces todas las partes que componen esa máquina también lo son. Ésta es una creencia falaz porque, claramente, una máquina pesada puede estar compuesta por un gran número de partes ligeras que, por su cantidad, hacen que dicha máquina sea pesada.

Referencias:

BUNNIN, Nicholas; YU, Jiyuan. El Diccionario Blackwell de Filosofía Occidental. Oxford: Blackwell Publishing, 2004.

COPI, Irving M. Introducción a la lógica. Traducción de Álvaro Cabral. São Paulo: Mestre Jou, 1974.

HURLEY, Patrick J. Una breve introducción a la lógica. California: Wadsworth / Thomson Learning, 2000.

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