Falacia de la falsa equivalencia – Concepto y ejemplos – Filosofía

Son muchas las preguntas que no necesariamente tienen verdad, son preguntas que, en la mayoría de los casos, dependen del gusto de quienes las evalúan. Por ejemplo: «¿Cuál es la mejor canción de Chico Buarque: Construção ou Geni eo Zeppelin?» o «¿Quién es el mejor superhéroe de la película, Capitán América o Iron Man?Estos son ejemplos sencillos que no afectan directa ni seriamente a nadie. Sin embargo, este tipo de problemáticas también existen en temas más complejos que afectan a una amplia gama de personas, temas que requieren un análisis más profundo, como las discusiones sobre políticas públicas. Por ejemplo: ¿deberían aplicarse cuotas raciales para la admisión a las universidades públicas? ¿Debería crearse un impuesto sobre las grandes fortunas? Son temas en los que se necesita un análisis serio y riguroso, pero no hay consenso sobre dónde (o con quién) se encuentra la verdad, por lo que en algunos contextos una alternativa es más adecuada que la otra y viceversa.

Sin embargo, no todos los casos deben considerarse desde dos o más puntos de vista. Algunos debates no deben tenerse en cuenta porque una de las partes no tiene apoyo para la discusión, es decir, no tiene los conocimientos científicos necesarios para tomar una posición seria sobre el tema. Un ejemplo es la discusión sobre la verdadera forma de la Tierra. Desde la antigüedad, varios pensadores realizaron análisis científicos que confirmaron la forma esférica de la Tierra hasta que el ser humano pudo ir al espacio y confirmar con sus propios ojos la forma del planeta. Sin embargo, personas de diferentes partes del mundo han cuestionado esta verdad en base a creencias ideológicas, prejuicios y opiniones difundidas en redes sociales que no cuentan con ningún sustento científico. Por tanto, dar lugar a un debate como este es asignar el mismo valor de relevancia a ambas partes cuando, en realidad, esta igualdad no existe. Este tipo de error se llama falacia de falsa equivalencia.

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La falacia de la falsa equivalencia es una falacia no formal y ocurre cuando dos lados opuestos de un argumento se presentan como equivalentes cuando, de hecho, no lo son. Es bastante recurrente en discusiones políticas y científicas, como en el ejemplo anterior. Un ejemplo político de falsa equivalencia se puede encontrar en argumentos que tienden a equiparar a dos personajes políticos, por ejemplo, el presidente Jair Bolsonaro con el dictador nazi Adolf Hitler, como si ambos fueran equivalentes cuando, en realidad, no lo son.

Dentro del alcance de esta falacia también se puede encontrar la falacia del equilibrio (falacia del equilibrio, en inglés), que es bastante común en los debates promovidos por programas de entrevistas y periódicos de televisión. En este caso, la falacia consiste en insertar en la discusión a alguien que no tiene autoridad sobre el tema para discutirlo con una persona debidamente calificada. Un ejemplo de este caso son las frecuentes discusiones sobre el medio ambiente en las que, para debatir con un científico debidamente calificado, que presenta datos preocupantes sobre incendios y deforestación en regiones forestales, se coloca en oposición a una persona sin la calificación adecuada para el debate. , solo para provocar una tensión en el debate.

Las falacias de equivalencia y equilibrio no proporcionan ningún conocimiento verdadero y, en su mayor parte, dejan al espectador aún más confundido o provocan la confianza en creencias erróneas.

Referencias:

SOBRE EL RUIDO. Equivalencia falsa: por qué es tan peligroso. Disponible: https://youtu.be/oFC-0FR2hko. Acceso: 16 de noviembre. 2019.

RAPTOR ESCÉPTICO. falsa equivalencia y falso equilibrio. Disponible: https://www.skepticalraptor.com/skepticalraptorblog.php/logical-fallacies/false-equivalence-logical-fallacies/. Acceso: 16 de noviembre. 2019.

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