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falacias son argumentos que pretenden ser correctos y concluyentes pero que, sin embargo, tienen algún error en su estructura o contenido. Se encuentran principalmente en pensamientos que involucran malos razonamientos o ilusiones que hacen que un mal argumento parezca adecuado cuando, de hecho, es frágil o inconsistente. También se les puede llamar sofismas, que son razonamientos elaborados maliciosamente para engañar al interlocutor, o paralogismos, que son razonamientos falsos pero, a diferencia de los sofismas, no pretenden engañar.
Hay varias formas de utilizar el término «falacia». De manera más general, se usa para referirse a cualquier creencia falsa o concepto erróneo, como cuando alguien afirma que «todos los patos son blancos». En filosofía, las falacias forman parte del campo de estudio de la lógica y en este campo se definen, de manera más estricta y técnica, como un error en la argumentación o razonamiento y son generalmente aplicadas por los lógicos a aquellos argumentos que, aunque incorrectos, pueden parecer convincentes. , de modo que sólo un examen cuidadoso pueda revelar su error. Sin embargo, algunos argumentos son tan claramente falaces que no pueden engañar a nadie. El término también fue utilizado por los filósofos escolásticos para referirse a la obra Refutaciones sofistas, de Aristóteles, donde el autor comienza a analizar las falacias de su tiempo.
En cuanto a la clasificación de las falacias, el matemático y lógico moderno Augustus De Morgan afirma que “no hay nada que pueda llamarse una clasificación de las formas en que los hombres se equivocan; y es muy dudoso que pueda haber algunos.» Sin embargo, conocer y clasificar las falacias es muy útil para poder identificarlas. Por tanto, las falacias se dividen en dos grupos: falacias formales y falacias no formales.
falacias formales
Las falacias formales son errores que atañen a la forma del razonamiento, independientemente de su contenido, violando así alguna regla formal de las muchas que se abordan en el campo de la lógica. El siguiente ejemplo presenta una falacia formal:
Messi es as
Cristiano Ronaldo es un as
Entonces Messi es Cristiano Ronaldo
El ejemplo anterior es un tipo de lo que llamamos inferencia lógica y se puede presentar lógicamente de la siguiente manera:
A = B
C = B
C = A
Es posible ver la falacia de esta inferencia simplemente observando su forma, sin importar el contexto, tema o elementos que se traten en el argumento. En este ejemplo, la falacia se encuentra en la identificación de A (Messi) con C (Cristiano Ronaldo) a través de su relación con B (as). En otras palabras, no es porque Messi y Cristiano Ronaldo sean ases que Messi y Cristiano Ronaldo sean el mismo as.
falacias no formales
A diferencia de las falacias formales, las falacias no formales son errores de razonamiento en los que es posible incurrir por falta de atención, cuidado, conocimiento, un error provocado por alguna ambigüedad en el lenguaje, o incluso por el uso de algún argumento malicioso con respecto a el tema tratado. Vea el ejemplo a continuación:
Todos los edificios son planos
Todas las plantas tienen clorofila.
Por lo tanto, todos los edificios tienen clorofila.
Esta inferencia tiene la siguiente forma lógica:
A = B
B = C
A = C
Se puede ver que la forma anterior es correcta, no tiene falacia formal. Sin embargo, existe un error en el contenido del argumento causado por el doble sentido de la palabra ‘planta’, que puede significar tanto una especie de vegetal como el diseño de un edificio en particular. Es, por tanto, una falacia no formal.
Las falacias no formales tienen una cantidad considerable de clasificaciones que se han ido acumulando a lo largo de la historia de la lógica, por lo que es difícil agruparlas en un solo campo. Aristóteles los había dividido en dos grupos, llamados por los escolásticos como en dictione, es decir, los que según la forma de expresarse, y dicción extra, es decir, los que son independientes del modo de expresión. Estos sumaban trece clasificaciones diferentes de falacia. Posteriormente, varias variaciones de las clasificaciones de Aristóteles fueron identificadas como falacias no formales, además de nuevas clasificaciones, por lo que los libros de texto de lógica aún no han establecido ningún sistema definitivo de clasificaciones de los tipos de falacias no formales.
Ejemplos de falacias no formales
A pesar de los problemas para establecer una sistematización general de las falacias no formales, se puede recurrir a la utilizada por el lógico estadounidense Irving M. Copi (1917 – 2002) quien, en su introducción a la lógica los separó en dos grupos: falacias de relevancia y falacias de ambigüedad. Algunos ejemplos del primer caso son: Argumentum ad hominem (literalmente, argumento contra el hombre), Argumentum ad Ignorantiam (argumento a favor de la ignorancia), Argumentum ad Populum (argumento a la gente) y Argumentum ad Verecundiam (apelar a la autoridad); del segundo caso, podemos enumerar la falacia del equívoco, la anfibiología, la falacia de la composición y la falacia del énfasis.
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Bibliografía:
ABBAGNANO, Nicola. Diccionario de Filosofía. Trans. Alfredo Bosi e Ivone Castilho Benedetti. São Paulo: Martins Fontes, 2007.
AUDI, Robert. El Diccionario de Filosofía de Cambridge. Nueva York: Cambridge University Press, 1999.
BUNNIN, Nicholas; YU, Jiyuan. El Diccionario Blackwell de Filosofía Occidental. Oxford: Blackwell Publishing, 2004.
COPI, Irving M. Introducción a la lógica. Traducción de Álvaro Cabral. São Paulo: Mestre Jou, 1974.
JOSÉ, Horace William Brindley. Introducción a la lógica. Oxford: Claredon Press, 1906.
