Falsa falacia de dicotomía – Filosofía

LA falacia de falsa dicotomía es una falacia no formal y ocurre cuando las premisas de un argumento se ponen en forma disyuntiva («esto … o aquello») para engañar al oyente haciéndole creer que las dos alternativas presentadas son las únicas posibles en lo que se refiere al tema discutido. Se puede encontrar fácilmente en los diálogos entre niños y adolescentes con sus padres, en campañas publicitarias y también entre adultos en las situaciones más diversas. En general, quienes utilizan esta falacia prefieren una de las alternativas, mientras que la otra no es deseada. La intención aquí es hacer que el oyente opte por la alternativa favorable, eliminando la no deseada. Este modelo argumentativo es recurrente en la experiencia de los padres cuando sus adolescentes quieren obtener algo de ellos. Vea el ejemplo a continuación:

1. O me dejas ir a la casa de Paula o me voy a morir. Sé que no quieres que muera, así que tienes que dejarme ir a la casa de Paula.

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Uno puede identificar fácilmente el error en el argumento anterior. No visitar a alguien no es necesariamente mortal. Esta persona puede estar triste por unos días, pero ciertamente no morirá por eso. El error en las premisas se percibe ya que de ningún modo agota las posibilidades de la situación presentada.

Los diferentes tipos de publicidad también pueden caer en falsas dicotomías. Estos dos ejemplos presentan situaciones que pueden ser bastante comunes:

2. ¡Compre el auto X nuevo o siempre llegará tarde a sus citas!

3. ¡Vota por el Partido Y o ese país irá a la quiebra!

Los dos anuncios anteriores, uno comercial y otro político, nos presentan casos muy simples de falacias de la falsa dicotomía. El primero asume que solo comprando el auto X el espectador siempre llegará a tiempo. La segunda es que ninguna otra parte que no sea la Y es capaz de salvar al país. Ambos anuncios ignoran la posibilidad de que otras opciones satisfagan tanto el deseo del consumidor como las expectativas del votante. Un coche Z podría bastar para la demanda de un determinado consumidor y una parte B muy bien podría presentar propuestas más coherentes a la realidad de un país.

También es posible encontrar este modelo de falacia en la vida cotidiana, cuando dos personas comienzan a debatir un punto en común sobre el que ambos tienen posiciones divergentes. Una de las situaciones más evidentes es la siguiente, bastante común en el debate político:

4. Estás a la izquierda o a la derecha.

Este argumento puede incluso parecer correcto a primera vista. Pero en realidad ignora toda una gama de posibilidades políticas con las que una persona puede identificarse. Un breve repaso de los diferentes espectros políticos existentes es suficiente para demostrar la falacia de esta afirmación.

Finalmente, es importante señalar la forma en que se plantearon los ejemplos 2, 3 y 4: no presentan la fórmula completa del argumento, es decir, el “o esto… o aquello”, como en el enunciado número 1. Sin embargo, sólo la presentación de premisas disyuntivas es suficiente para que el espectador comprenda el enunciado. De esta forma se encuentran con mayor frecuencia las falsas dicotomías.

REFERENCIAS

MEAT.ORG. Falsa dicotomía (falacia lógica). Disponible: https://youtu.be/XIyLqUOJ0lY. Consultado el 13 de noviembre. 2019.

HURLEY, Patrick J. Una breve introducción a la lógica. California: Wadsworth / Thomson Learning, 2000.

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