Filtrando animales – Biología –

filtrar animales son las que obtienen su alimento a través del proceso de filtración, e incluyen desde organismos más simples como las esponjas hasta animales de gran tamaño como las ballenas, siendo también muy comunes entre los moluscos y crustáceos.

Los organismos acuáticos, al igual que los terrestres, tienen varias fuentes de alimento y métodos para capturarlos. La filtración es uno de los métodos de captura más comunes en el medio marino. Este tipo de alimentación es un subgrupo del hábito llamado microfagia. LA microfagia (micro = pequeño, fagia = comer) es por definición el consumo de recursos alimentarios de muy pequeño tamaño. La materia filtrada incluye plancton unicelular y multicelular, bacterias y pequeñas partículas orgánicas.

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Así, la filtración consiste en la separación de estas pequeñas partículas de alimento presentes en el agua mediante el paso por una determinada estructura del organismo, en la que se extrae el alimento. Los filtros también pueden llamarse suspensivos, ya que las partículas de alimentos filtradas quedan suspendidas en el agua.

Las poríferas (esponjas) tienen un sistema de filtración simple, en el que cada una de sus células es capaz de ingerir partículas por fagocitosis. A medida que el agua entra por los poros y pasa por los canales de tu cuerpo, las células flageladas (coanocitos) capturan las partículas de alimento que serán digeridas en su interior (digestión intracelular). Las partículas que son un poco más grandes y no entran fácilmente a través de los poros pueden ser fagocitadas por células en la pared externa del cuerpo (pinacocitos).

La mayoría de los moluscos bivalvos también se alimentan por filtración, siendo los mejillones un ejemplo. Poseen un sifón inhalante, por donde entra el agua impulsada por los cilios que recubren la superficie interna del manto y las branquias. Las branquias realizan la función dual de respirar y alimentarse, ya que su superficie ciliar desplaza las partículas de alimentos hacia el tracto digestivo y las partículas de sedimentos hacia la eliminación. Además, los mejillones secretan una mucosidad que se adhiere a la comida, lo que les facilita moverse. Esta ciliación de los apéndices alimentarios combinada con la secreción de moco caracteriza la filtración mucociliar.

Entre los anélidos poliquetos también existe la filtración mucociliar. Las especies de poliquetos sabelidos tienen apéndices ciliados largos que están expuestos en el agua capturando alimentos con la ayuda de moco. Otra estrategia ocurre con los poliquetos que viven enterrados en el sedimento y segregan redes mucosas donde quedan atrapados los alimentos en suspensión y pueden ser arrastrados al escondite para ser consumidos.

Los armadillos también se entierran en la arena, dejando expuestos solo sus ojos pedunculados y dos pares de antenas erizadas, que crean un flujo de agua hacia la boca. La mayoría de los artrópodos que comen alimentos suspendidos son crustáceos. Además de las antenas, estos animales pueden tener patas y piezas bucales que contienen peines de cerdas verdaderas con un ritmo rítmico que conduce la corriente de filtración. Los percebes y el krill son otros ejemplos de crustáceos que se alimentan por filtración.

El hábito filtrador no solo se asocia a invertebrados y animales de baja movilidad. Muchos peces forrajeros también se alimentan por filtración, como el arenque. Abren la boca mientras nadan, filtrando el plancton del agua que pasa por sus branquias. Las ballenas jorobada y franca también ingieren grandes cantidades de agua que contiene plancton y se caracterizan por la presencia de placas filtrantes en lugar de dientes, llamadas aletas.

Ballena franca. Tenga en cuenta el aparato de filtrado en lugar de los dientes. Foto: Eduardo Rivero / Shutterstock.com

Referencias:

Bullivant, JS 1968. Una clasificación revisada de alimentadores de suspensión. Tuátara, 16 (2): 151–160. Disponible en: http://www.nzetc.org/tm/scholarly/tei-Bio16Tuat02-t1-body-d6.html

Ferreira Junior, N. 2010. Clase 24: Mecanismos de captura de alimentos. En: Ferreira Junior, N. & Paiva, PC Introducción a la zoología v. 3 – Río de Janeiro: Fundación CECIERJ, 120p.

Schmidt-Nielsen, K. 2010. Fisiología animal: adaptación y medio ambiente. 5ª ed., São Paulo: Santos, 611p.

Ruppert, EE; Fox, RS & Barnes, RD 2005. Zoología de invertebrados. 7ª ed., Editora Roca: São Paulo, 1145 p.

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