fístula –

Canal patológico que pone en comunicación anormal dos vísceras (fístula interna) o una víscera y la piel (fístula externa).

Las fístulas son congénitas o adquiridas. En este último caso, pueden deberse a un traumatismo o cirugía, una inflamación, una infección (absceso), un tumor o incluso un cálculo.

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Diferentes tipos de fístula

Entre las muchas variedades de fístulas, algunas son más características o más frecuentes.

Fístulas anales, los más comunes se deben a la infección de una pequeña glándula en la pared del canal anal (la porción del recto que termina en el ano). Aparecen entre la glándula y el margen anal y se manifiestan por una supuración de material purulento que provoca prurito.

Fístulas digestivas puede ser congénito, conectar una cavidad intestinal (intestino delgado, colon) a la piel, o adquirido. La más común es la fístula biliodigestiva, una fístula interna entre la vesícula biliar y el duodeno, más raramente el colon o un asa en el intestino delgado; se debe a un cálculo de la vesícula biliar.

Las fístulas digestivas externas adquiridas, que dan lugar a la emisión, a través de una incisión quirúrgica o un orificio de drenaje, de bilis, gas o material, se deben generalmente a la falta de cicatrización de una anastomosis; ellos son serios.

Fístulas urinarias pueden ser congénitas, afectar al uréter y / o la vejiga, o adquiridas: luego se deben a la evolución de una enfermedad inflamatoria o tumoral, a una herida operatoria o a un traumatismo (fístulas vesicovaginales que ocurren después de un parto difícil o después de una histerectomía) .

Fístulas respiratorias están representadas principalmente por fístulas traqueobroncoesofágicas, ligadas al desarrollo de un tumor (en el cáncer de esófago en particular), y fístulas pancreaticopleurales, por pancreatitis crónica.

Signos y síntomas

Una fístula puede no presentar síntomas o producir secreción de la primera víscera a la segunda o al exterior, a través de la piel: descarga de contenidos digestivos a través de la piel o en la orina, por ejemplo. También puede haber un paso de gas intestinal al tracto urinario (neumaturia) u orina a la vagina. A veces los signos son menos evidentes: diarrea por fístula entre dos segmentos del tracto digestivo, por ejemplo. Más raramente, una fístula altera directamente el funcionamiento de los órganos afectados. Por ejemplo, una fístula de oído a veces produce sordera y mareos.

Diagnóstico

Se basa en los signos clínicos previos y en la exploración radiológica de los órganos afectados. Además, a menudo es necesario conocer el recorrido exacto de la fístula a través de los tejidos para poder tratarla. Este diagnóstico de localización se realiza mediante exploración quirúrgica o mediante fistulografía, gracias a un medio de contraste yodado y hidrosoluble que, inyectado en la fístula, la hace visible en las radiografías.

Procesando

Médico o quirúrgico, el tratamiento de una fístula es de complejidad muy variable según la naturaleza y localización de esta última, y ​​según las vísceras de que se trate.

Ver : fistulización, fistulografía.

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