Fruta – Partes de plantas – Botánica y biología

Generalmente formado después de la fertilización, el Fruta es el ovario maduro, que puede incluir o no algunas partes florales. Las semillas generalmente se encuentran dentro de los frutos, pero en algunas especies el ovario puede originar frutos incluso cuando no hay fertilización, lo que lleva a la formación de frutos sin semillas. Estos frutos se denominan partenocárpicos, teniendo como ejemplo el plátano y el laurel-naranja. Los frutos son estructuras típicas de las angiospermas, jugando un gran papel en el ciclo reproductivo, ya que protegen las semillas y participan en la dispersión.

La pared desarrollada del ovario se llama pericarpio, que corresponde al fruto mismo. Este tejido involucra la semilla, que está formada por la cubierta (o cáscara) de la semilla y la almendra. El tegumento se origina en los tegumentos de los huevos y la almendra está formada por el embrión y el endospermo, el tejido de reserva de nutrientes para la germinación. El pericarpio se divide en tres capas: el epicarpio, capa más externa, que se origina en la epidermis externa del ovario; mesocarpio, capa mediana, ubicada entre el epicarpio y el endocarpio; y endocarpio, capa más interna, formada a partir de la epidermis interna del ovario (Figura 1). La diversidad de frutos es enorme dentro de las angiospermas, y pueden variar en cuanto a su forma, tamaño, número de semillas, tipo de apertura para la dispersión de semillas, entre otras características.

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Figura 1 – Melocotón en el que se destacan los principales componentes de los frutos. Ilustración: Nataliya Dolotko / Shutterstock.com [adaptado]

Cuando están maduros, los frutos se pueden clasificar en carnosos o secos. Los frutos carnosos tienen un mesocarpio jugoso, coriáceo o fibroso. Según la cantidad de semillas, se pueden subdividir en dos grupos: bayas y drupas. En las bayas, cuyos ejemplos son tomates, dátiles, uvas, melón y calabaza, hay presencia de uno o más carpelos, cada uno con muchas semillas libres, no adheridas al endocarpio. En las drupas, por otro lado, también hay uno o varios carpelos, pero típicamente solo se inserta una semilla en cada uno, que se adhiere al endocarpio y comúnmente se llama «núcleo». Los mangos, melocotones, almendras, aceitunas, cerezas y ciruelas son ejemplos de fruta drupa. Los cocos también se clasifican como drupas, pero tienen una capa exterior fibrosa en lugar de una carnosa.

Los frutos secos, como su nombre lo indica, tienen un pericarpio seco. Si la pared del pericarpio se abre cuando el fruto está maduro, liberando las semillas, se clasifica como dehiscente. Dentro de esta categoría se encuentran los frutos del tipo vegetal, que se abren por dos grietas longitudinales, como en la vaina de frijol y soja, siendo característicos de la familia Fabaceae. En frutos tipo sílice, sus dos lados se separan al madurar, manteniendo las semillas adheridas a una porción central persistente, estando presente en la familia de la mostaza (Brassicaceae). El tipo más común de frutos secos es la cápsula, que se desarrolla a partir de dos o más carpelos, los cuales exhiben diferentes formas para la liberación de las semillas, como a través de aberturas longitudinales o por orificios ubicados en la porción superior del fruto, variando según a la especie.

Por otro lado, las nueces indeiscentes no se abren cuando están maduras, manteniendo las semillas adentro después de ser liberadas de la planta madre. Entre ellos, destaca el aquenio, un pequeño fruto que tiene una sola semilla que no está adherida a la pared del fruto, ocurriendo en el girasol y ranúnculo. La fruta tipo karyopsis también tiene una sola semilla, sin embargo, su envoltura está firmemente adherida a la pared de la fruta, como en el trigo, las hierbas y el arroz.

Referencias bibliográficas:

Appezzato-da-Glória, B. y Carmello-Guerreiro, SM 2006. Anatomía vegetal. 2ª ed. Viçosa: Ed. UFV, 438 p.

Cuervo, P.; Evert, RF y Eichhorn, SE 2007. Biología vegetal. 7ª ed. Río de Janeiro: Guanabara Koogan, 830 p.

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