Gafas – Óptica

Se les llama gafas (del latín ocularium, palabra utilizada para designar los agujeros hechos en las cabezas de las armaduras de los soldados para que pudieran ver) dispositivos ópticos formados por dos lentes, originalmente hechos de vidrio puro y armazones de metal, diseñados para facilitar la visión del usuario en diversas condiciones. A partir del siglo XIX, las gafas comenzaron a convertirse en un artefacto importante en la vida cotidiana de gran parte de la humanidad, ya sea como complemento estético o como dispositivo correctivo de una determinada discapacidad visual.

Vasos viejos.  Foto: Sea bueno / Shutterstock.com

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Vasos viejos. Foto: Sea bueno / Shutterstock.com

Hasta principios del siglo XIV, las personas con discapacidad visual no disponían de recursos para solucionar, ni siquiera parcialmente, su problema. La tecnología que rodea a la fabricación de las gafas aún se desconoce. Aunque simple, la fabricación de lentes requería el uso de técnicas hasta ahora desconocidas, que implicaban comprender las leyes de la óptica y el funcionamiento de las lentes. Además, era necesario desarrollar métodos para producir vidrio transparente y usar las lentes en la curvatura correcta.

Alrededor del siglo X, los árabes elaboraron estudios dedicados a la óptica y los trastornos de la visión comunes a las personas que habitaban el desierto. Entre los involucrados en dicha investigación, el más importante fue Ibn al-Haytham, que vivía en Egipto. Hacia 1040, este estudioso elaboró ​​un tratado de óptica en el que por primera vez abordó la función de la córnea. Además, investigó la anatomía del ojo humano y la dirección de la luz cuando se ve afectada por espejos y lentes de vidrio.

A mediados del siglo XIII, los europeos ya estaban familiarizados con las teorías fundamentales de la óptica y estaban produciendo sus propios equipos experimentales. El problema de la producción en masa de lentes aún permanecía, para generalizar el uso de gafas.

La fabricación de vidrio transparente, ideal para la fabricación de vidrios, era un monopolio de los turcos otomanos. Este monopolio finalmente se rompería cuando los venecianos atacaron Constantinopla durante la Cuarta Cruzada (1202-1204), lo que permitió a los venecianos confiar en la experiencia de numerosos trabajadores de la industria del vidrio. Sus técnicas, hasta entonces exclusivas, fueron llevadas a las fábricas de vidrio de los territorios venecianos del Mediterráneo y el norte de Italia. A mediados del siglo XIII, el vidrio veneciano había alcanzado una reputación envidiable en casi toda Europa.

Es comprensible, por lo tanto, que la primera referencia histórica a las gafas se produzca en Italia, poco después de 1300. Allí finalmente fue posible combinar el conocimiento de la óptica con la práctica de producir lentes apropiadas y suficientemente baratas. Durante los siglos siguientes, el uso de gafas se extendió primero por Europa y luego por Oriente.

Diferentes tipos de gafas.

El tipo y la fuerza de los anteojos ópticos adecuados para una persona se determinan durante el examen ocular. Dependiendo del caso a tratar, las lentes correctoras son esféricas o cilíndricas: convexas esféricas curvadas hacia afuera para hipermetropía y presbicia, cóncavas esféricas curvadas hacia adentro para miopía; cilíndrico para astigmatismo.

La potencia de las lentes se expresa en dioptrías (unidad de medida óptica). En caso de hipermetropía o presbicia, las dioptrías son positivas; en el caso de la miopía, son negativos; en caso de astigmatismo, son positivos o negativos. Finalmente, para los casos en los que la ametropía (miopía, hipermetropía o astigmatismo) se asocia a la presbicia, existen lentes progresivos, cuyo poder cambia gradualmente de arriba hacia abajo, y lentes de doble o triple enfoque, que permiten una visión nítida a diferentes distancias.

Lentes correctoras

Las lentes correctoras se pueden teñir o teñir con la luz para filtrar ciertas radiaciones del espectro solar, en particular ultravioleta y rojo. Pueden ser minerales (vidrio) u orgánicos (plástico). Las lentillas orgánicas son obligatorias para los niños y recomendadas para los adultos. Se rayan más fácilmente que los cristales minerales, pero son mucho más ligeros. Además, rara vez se rompen, lo que minimiza el riesgo de astillas que pueden causar lesiones oculares. Los anteojos polarizados son esenciales en una serie de afecciones (queratitis, albinismo). También se utilizan cuando se exponen a luces muy brillantes (nieve, reflejo del sol en el mar); también se recomiendan en la vida diaria en caso de sol fuerte. De hecho, la exposición de los ojos a una luz demasiado brillante puede promover la aparición de cataratas tempranas o degeneración macular (lesión del área central de la retina).

Tras el examen por parte del oftalmólogo, la fabricación de las gafas debe confiarse a un óptico competente, asegurando el correcto centrado de las gafas y la elección acertada de la montura; esto debe corresponder a las actividades del paciente. Un examen oftalmológico anual permite comprobar que las lentes correctoras siguen siendo adecuadas.

Ventajas de las gafas

La principal ventaja de las gafas es que son fáciles de usar y se pueden quitar fácilmente en caso de uso intermitente (miopía, hipermetropía o astigmatismo débil, o incluso presbicia). Los profesionales que trabajan con polvo, calor o humedad los prefieren a los lentes.

Las lentes, o lentillas, por su parte, pueden ser de mayor comodidad en la práctica de deportes o el ejercicio de determinados oficios. También se pueden preferir por motivos estéticos. Además, siguen la curvatura de la córnea y permiten un campo visual más completo. Sin embargo, involucran reglas de higiene y mantenimiento (limpieza diaria, desproteinización semanal).

La elección de anteojos o lentes también depende del defecto visual a corregir. Las lentillas son recomendables en caso de miopía media y fuerte porque, al eliminar la distancia entre el cristal y el ojo, también eliminan las deformaciones que éste puede ocasionar. También se recomiendan en hipermetropías fuertes, porque permiten eliminar vasos a veces pesados. Finalmente, la afaquia unilateral (ausencia de lente) sin implante de lente solo puede corregirse usando una lente de contacto para reducir la diferencia de tamaño de las imágenes percibidas por cada ojo.

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